El universo del rock internacional está de luto. Charlie Watts, legendario baterista de los Rolling Stones, tras toda una vida de hacer retumbar el escenario, falleció a los 80 años en Londres. El artista había anunciado su ausencia en la próxima gira de la banda en Estados Unidos y se mantuvo por meses alejado de la música.  

El último concierto del legendario baterista con The Rolling Stones en México fue en marzo de 2016 en el Foro Sol por su tour América Latina Olé. Al tan esperado evento asistieron miles de fanáticos mexicanos que acamparon desde tempranas horas de aquel lunes.

Pero los argentinos jamás olvidarán la primera vez que aquellas cuatro figuras (Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts) pisaron el territorio nacional, en aquellos días donde Carlos Menem era presidente. Si bien el rock argentino es la insignia del país, cuyas bandas generaron los pogos más grandes del mundo, sus ciudadanos jamás le hicieron feo al internacional. 

El 5 de febrero por la noche llegaron los Stones al país. En Ezeiza había un centenar de fans. Se alojaron en el Hotel Hyatt, donde los esperaban cientos de fans que cantaban "Oh, vamo’ los Stones" enloquecidos. El Mercedes Benz que transportaba a Mick Jagger empezó a temblar. Los chicos y chicas (eran todos jóvenes) lo zarandeaban y el auto se convirtió en un samba. Esto era solo el comienzo.

Si hay algo que dicen los artistas internacionales es que pocas veces se ha visto un público tan eufórico como el argentino. Aquel primer recital de los Rollings en el país no fue la excpeción. El 9 de febrero, en el estadio Monumental, tendría lugar su primer concierto. Tres eran los teloneros argentinos. Pappo comenzaba bien temprano, a las 17.30. Luego era el turno de Las Pelotas. Y el semi-fondo, una elección obvia: Los Ratones Paranoicos.

Pero cabe destacar que en aquella presentación, al margen del emblemático Mick Jagger, Charlie Watts se llevó una ovación especial que habrá durado minutos. Los amantes del rock saben que el baterista tiene un rol primordial. Es el encargado de que todo retumbe y básicamente la escencia del estilo. Watts llevó la bandera a la perfección y la Argentina lo aplaudió de una forma descomunal, diferente a todos los países.

Los internatuas argentinos así lo despidieron, ovacionándolo de la misma manera, recordando el video de aquel aplauso en 1995 en el estadio Monumental.