El hombre que abrió la puerta de emergencia de un avión comercial surcoreano minutos antes de que el vuelo aterrizara en el aeropuerto internacional de Daegu, a unos 240 kilómetros al sureste de Seúl, le aseguró a la Policía que lo hizo porque se sintió agobiado y quería bajarse cuanto antes, informaron medios locales.

El sujeto sentía que el vuelo estaba durando más de lo debido y se sentía asfixiado dentro de la cabina”, declaró a la agencia de noticias AFP un detective de la policía de Daegu.

El pasajero, que permanece detenido, aprovechó que el personal de cabina se había sentado y abrochado los cinturones para prepararse para el aterrizaje, para abrir la puerta de la aeronave a más de 200 metros de altura. Esto provocó el pánico entre los ocupantes del avión, tal y como muestran videos tomados por algunos pasajeros y compartidos en redes sociales.

En unos de los videos se muestra cómo el viento entra salvajemente a la aeronave, moviendo los respaldos de los asientos y alborotando el pelo de los pasajeros que gritan presas del miedo. “Fue un caos. Las personas que estaban cerca de la puerta parecían desmayadas y los auxiliares de vuelo llamaban a los médicos de a bordo”, declaró a Yonhap un pasajero de 44 años. “Pensé que el avión iba a explotar. Pensé que iba a morir así”, agregó.

Entre los pasajeros, había un grupo de adolescentes que se dirigían a una competencia de atletismo. Yonhap citó a otros pasajeros diciendo que sufrieron un fuerte dolor de oído después de que se abrió la puerta. Dijo que algunos tripulantes de cabina gritaron pidiendo ayuda a los pasajeros para evitar que se abriera la puerta.

Un funcionario del Ministerio de Transportes de Corea del Sur declaró a la AFP que se trataba del “primer incidente de este tipo” del que tenían constancia en la historia de la aviación coreana.

El hombre inicialmente se negó a hablar en los interrogatorios pero finalmente le contó a las autoridades que últimamente se había sentido muy estresado tras perder su empleo y que se vio de repente muy agobiado dentro de la aeronave.

La Policía tiene previsto, una vez concluya su interrogatorio preliminar, pedir una orden de arresto para el hombre por violar la ley de seguridad de aviación, lo que puede acarrear penas de hasta 10 años de cárcel en Corea del Sur. Ninguno de los 194 pasajeros que iban a bordo del avión resultaron heridos durante el aterrizaje pero una docena experimentó hiperventilación y nueve tuvieron que ser hospitalizados sin pronóstico grave.