El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no pudo ingresar al estadio Vila Belmiro, donde Santos venció a Gremio 1 a 0 por el campeonato Brasileirao. Fue como consecuencia de no estar vacunado contra el Covid-19, una de las exigencias de las autoridades del estado de San Pablo para el acceso a los estadios.

Me dijeron que tengo que estar vacunado. ¿Por qué, si yo tengo más anticuerpos que con la vacuna?”, indicó el mandatario brasileño, hincha de Palmeiras, en un video que publicó el portal Metrópoles, donde se lo observa sin portar el barbijo sanitario.

Cabe recordar que Bolsonaro no está vacunado contra Covid-19 y ha manifestado en varias oportunidades que dicho que 'será el último brasileño" en recibir el inmunizante.

Al igual que en la Argentina, en los distintos estados brasileños comenzaron a permitir el regreso de los aficionados a los estadios de fútbol con exigentes medidas de seguridad sanitaria.

Precisamente, en el de Santos, ubicado en el estado de San Pablo, le negaron la entrada al presidente de Brasil porque el público solo puede ingresar portando un registro de vacunas completo contra el coronavirus, con dosis única o doble, de acuerdo al fabricante.

Los antecedentes en Estados Unidos

El 20 de septiembre, Bolsonaro debió comer en la vereda de una pizzería en Nueva York, adonde se encontraba para abrir la Asamblea General de la ONU debido a que no poseer certificado de vacunación contra la Covid-19.

El mandatario brasileño fue a cenar con ministros, pero debió hacerlo en la vereda, de pie, en forma informal, al lado de algunos ministros a raíz de que las reglas de la ciudad estadounidense obligan a presentar certificado de vacunación para ingresar y permanecer en restaurantes.

Un día después, el restaurante brasileño Fogo de Chao en Nueva York le armó de improviso un corralito con rejas en medio su vereda para servirle al presidente un pedazo de picaña brasileña bien cocida.