Los platenses Rafael "Lito" Picciola, de 71 años, y Alicia Kuczynski, de 74, contrajeron matrimonio en la capital bonaerense tras la reanudación de los trámites presenciales en todas las delegaciones del Registro Provincial de las Personas, en una ceremonia con turno previamente asignado, uso de barbijos y sin invitados, en la que participaron el juez y dos testigos de la pareja.

Alicia y Rafael dieron el sí a las 10 de la mañana sin familiares ni amigos alrededor, que esperaron en la vereda la salida de los recién casados, para evitar aglomeraciones y posibles contagios, de acuerdo al protocolo para casamientos establecido por la pandemia de coronavirus.

Lo cierto es que el Ministerio de Gobierno, a través del Registro de las Personas, implementó un nuevo esquema de atención al público en sus 349 sedes bonaerenses. "Fue una alegría muy grande poder casarnos. Estamos muy felices. Originalmente, teníamos turno para el 3 de abril, pero por culpa del bichito nos suspendieron la fecha y tuvimos que esperar hasta este martes", contó Picciola tras la ceremonia.

Lito y Alicia se conocieron hace 18 años en el Centro de Abuelos de Villa Argüello, en Berisso, y nunca más se separaron, pero recién en marzo, por la pandemia, comenzaron a convivir. "En todos estos años que estamos juntos, hemos viajado muchísimo tanto con la gente del Centro de Abuelos como con la de la parroquia a la que asistimos, porque nos encanta, pero hoy llegó el momento más feliz para ambos", dijo Kuczynski.

La idea de contraer matrimonio surgió en diciembre pasado, mientras miraban un programa de televisión. "No recuerdo cómo fue, pero nos pusimos a charlar de que nos faltaba la unión formal. Nuestros hijos estuvieron de acuerdo, lo comprendieron", precisó Rafael y Alicia, a su lado, añadió: "Nos queríamos casar porque es muy feo decir mi pareja y ahora puedo decir mi esposo".

Los recién casados manifestaron que el viernes pasado encontraron en el suelo mientras caminaban un dije con la forma de un trébol y pensaron que ello les iba a dar buena suerte. Esa misma tarde recibieron un llamado de las autoridades del Registro para avisarles que habían reprogramado el turno.

Lo primero que hizo Alicia fue llamar a la modista que conoce desde hace 40 años para encargarle un barbijo de encaje y perlas que hiciera juego con la camisa blanca que ya tenía comprada desde el verano. "Por suerte, tenía una tela parecida y me lo entregó el domingo. No es lo ideal casarse con tapabocas, pero lo más importante es cuidarnos porque ya falta poquito para que pase esta pesadilla", dijo emocionada la mujer.

Tras la ceremonia, los dos hijos de Alicia (Andrés y Sergio), los dos de Rafael (Fernando y Maricel), junto a sus parejas, sus ocho nietos y un puñado de amigos, los esperaron afuera para arrojarles arroz y pétalos de rosas rojas.