Sanjuanina tuvo a su séptima hija y quiere que Alberto Fernández sea el padrino
La beba se llama Victoria, y sería la primera en ser ahijada de Fernández dado que nació en enero, casi un mes antes de otra séptima hija, una niña llamada Mercedes, que nación en Bariloche el 14 de febrero y cuyos padres, María Clara Soraiz y Leonardo Arévalos también pidieron el padrinazgo presidencial.
Valeria Giménez, una sanjuanina de 29 años que tuvo a su séptima hija en enero, pidió que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, acceda a ser padrino de la niña, un derecho al que puede acceder por ley en Argentina, y que convertiría a la beba en la primera ahijada presidencial del mandatario peronista.
La beba se llama Victoria, y sería la primera en ser ahijada de Fernández dado que nació en enero, casi un mes antes de otra séptima hija, una niña llamada Mercedes, que nación en Bariloche el 14 de febrero y cuyos padres, María Clara Soraiz y Leonardo Arévalos también pidieron el padrinazgo presidencial.
Giménez, la madre de Victoria, vive sola con las niñas en una casa prestada que pronto deberá abandonar y elabora pan casero y semitas (un panificado tradicional de San Juan) y realiza algunas tares de limpieza en casas de vecinos para poder mantener a su familia.
"Vendo pan y semitas y por ahí cuando me salen changas para limpieza cerca lo hago también porque no tengo quien me cuide las chicas. Recibo poco de los papás, pero me las rebusco para salir adelante", explicó a la prensa local.
La joven señaló que estaba preocupada en las últimas semanas porque, reveló, "me pidieron la casa donde estamos y no tengo donde ir".
Por las noches, cuando las nenas duermen "pienso cómo va a ser tener que armarles las camas abajo del puente de la (avenida de) Circunvalación", añadió.
Giménez dijo que esperaba lograr acceder a los beneficios de la ley que habilita a que el presidente pueda apadrinar a la recién nacida para darles una mejor calidad de vida a la beba Victoria y sus seis hermanas, Zaira (10), Tatiana (9), Keyla (7), Pilar (4), Jana (3) y Delfina (1).
La ley 20.843 garantiza que el séptimo hijo varón o la séptima hija mujer puede acceder al padrinazgo presidencial, lo que le permite obtener una beca educativa.
"Soy fuerte, porque soy mujer", resaltó Giménez aunque admitió sus miedos y limitaciones al señalar que "todo el día es un ir y venir, dar la teta, hacer de comer, escucharlas, hacer deberes porque las dos mas grandes van a la escuela Enrique Pestalozzi. y no sé qué va a ser de nuestro futuro". La joven reconoció que "es difícil criar siete hijas".
"Siempre quise tener hijos, uno o dos pero se dio así y ahora me gustaría que el Presidente sea el padrino de Victoria para que tenga acceso a becas y a un futuro con oportunidades, pero me muero de vergüenza", admitió con timidez.
Los trámites "ya los inicié pero no sé cuánto demoran", añadió la mujer y reconoció que si bien no pide nada, a diario necesita pañales, ropa y útiles para las chicas y una solución a su problema de vivienda "porque no sé adónde vamos a ir cuando nos desalojen en unos días más".