Murió Abigail Jiménez: todo un pueblo unido en su último adiós
Conmoción en la ciudad de Termas de Río Hondo, en Santiago del Estero. Familiares, amigos y vecinos acompañaron la autobomba del cuerpo de Bomberos Voluntarios que trasladaba los restos de la chica de 12 años hacia el cementerio municipal.
Cientos de personas dieron el último adiós a Abigail Jiménez, no sólo durante el velatorio que comenzó el domingo por la noche y se extendió hasta este lunes por la tarde, sino también en el paso del cortejo fúnebre que partió desde su casa hacia el cementerio de la ciudad de Las Termas de Río Hondo.
Abigail, de 12 años, fue noticia hace dos meses, cuando se viralizó la imagen de su padre Diego cargándola en brazos mientras cruzaba un control policial en el límite entre Santiago del Estero y Tucumán.
La niña falleció el domingo tras luchar desde hace seis años contra un cáncer de huesos conocido como sarcoma de Ewing.
Familiares, amigos y vecinos de la ciudad termal se congregaron para la despedida, mientras que sus restos fueron trasladados en una autobomba del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Las Termas hacia el cementerio municipal de El Alto, donde se vivieron momentos de profunda tristeza.
Dolor de madre
En las últimas horas, Carmen (madre de Abigail) en declaraciones periodísticas contó cómo fueron las últimas horas de su pequeña al decir que "Abi nos pidió dar una vuelta en auto porque estaba lindo, fresquito, nublado y fuimos a pasear por la ciudad, por la costanera, yo la tenía y ella sacaba la cabeza por la ventana y le daba el viento".
"Sonreía, mija, cerraba los ojos y el viento le hacía el pelito para atrás; cuando la vi así sentí algo raro en el pecho, una mezcla de alegría, tristeza, y ella me miró y me agarró bien fuerte la mano", añadió.
A la vez relató que una vez que regresaron a la casa, Abigail dijo que estaba cansada, se acostó, le pusieron el oxígeno, se quedó dormida y a las 19.52 tuvo un paro cardiorrespiratorio que terminó con su vida. "Abi se murió en paz, durmiendo, no sufrió ese momento", añadió la madre.
Por su parte, a Diego Jiménez también se lo vio quebrado y no se movía de lado de su hija durante el velatorio, y recibió las condolencias y mensajes de fuerza de cientos de personas.
En las redes sociales se multiplicaron los mensajes de fuerza, aliento y esperanza para los padres en este momento difícil.
Un lucha que comenzó hace tiempo
A fines de noviembre, Abigail había viajado a Buenos Aires para una interconsulta en el Hospital Austral. El equipo médico indicó que los estudios realizados a la niña evidenciaban una "progresión de enfermedad local y sistémica, no presentándose oportunidad de ofrecer un tratamiento con objetivos curativos". En ese contexto, habían propuesto un "cuidado integral" pero en su hogar de Santiago del Estero.
Abigail se encontraba en estado crítico por un linfoma denominado sarcoma de Ewing. Anteriormente, familiares habían informado que la niña estaba "estable pero su situación de salud no dejaba de ser crítica". "Abigail está en casa, se alimenta y recibe todo el amor. Sabemos que esto es minuto a minuto, les pedimos por favor que sigan rezando por ella, toda la fe que se pueda poner es fundamental para que mejore", le había dicho Diego, su papá, a Cronica.com.ar.
Abigail, según el relato que hicieron sus papás, tenía un tumor en la pierna izquierda con el que luchaba desde hace cinco años. En 2016, la nena fue trasplantada y, en 2019, tuvo una recaída. "A partir de ese momento tuvo que hacer quimioterapia hasta el 17 de enero de 2020. Después siguió con tratamiento paliativo, porque las quimio le hacían muy mal , contó la mamá entre lágrimas. Por deseo de ella y decisión nuestra la trajimos a casa, para enfrentar esta última etapa", añadió Carmen.
Lo cierto es que la historia de Abigail tuvo mucha repercusión en la opinión pública. Y su vida se apagó de repente y todo un país la llora. Las lágrimas de sus padres reflejan el dolor de todo un pueblo que los acompañó y rezó en esta lucha que lamentablemente no tuvo un final feliz.