En el barrio porteño de Rodrigo Bueno, hay una historia de vida que conmueve y da esperanzas a todos. Con tan solo 20 pesos en el bolsillo, Javier, un correntino de 47 años, decidió probar suerte y emprender en un negocio gastronómico pizzero en Buenos Aires desde su humilde casa. Hoy, fruto del esfuerzo y la dedicación que ha puesto en cada amasada y en cada preparación, afirma con orgullo que en agosto abrirá su primer local en Puerto Madero.

Su camino hacia el éxito no fue nada sencillo. En el trayecto, sufrió varios vaivenes que lo obligaron a regresar a su ciudad natal, en Paso de la Patria, y retomar con más fuerzas y energías que antes.

Actualmente se dedica a trabajar con su pareja en los edificios que son parte de la urbanización del barrio Rodrigo Bueno, y que se encuentran en frente a la casilla donde vive con sus hijos.

“Doy gracias a la gente por el apoyo”.

En diálogo con Crónica TV, Javier señaló que, aunque hoy día estén “un poquito flojos”, le venden pizzas y empanadas caseras a más de “300 clientes”.

“La pizzería siempre la tuve, es un emprendimiento que empezó la madre de mis hijos mientras yo trabajaba en una empresa como electricista, y por el tema de la pandemia se cortó porque se podía ir por protocolos y esas cosas, y me metí más de lleno en esto”, aseguró el maestro pizzero, dueño de la “Pizzería el Correntino”, con un simpático yacaré en su logo.

“Sinceramente no me quejo, estoy trabajando muy bien. Si hoy por hoy estoy trabajando con esos números, creo que si no estamos en pandemia no vamos a dar abasto, y en agosto, si Dios quiere, ya vamos a tener un local propio. Tenemos la mano de obra, el equipo, el producto”, expresó Javier lleno de orgullo.

“La mejor pizza es la correntina, no es la italiana”.

El correntino confesó que secreto de sus pizzas y empanadas es la masa. “Amasa mi señora o amaso yo. No amasa nadie más”, resaltó el cocinero, quien asimismo aseguró que continuará con esta metodología aun cuando tengan su propia pizzería.

“No usamos la máquina porque me gusta sentir la textura y está al punto justo. Es todo a mano, no importa la cantidad que se haga, las horas que lleve. Se hace todo a mano. Es la calidad de la mano”.

Actualmente trabajan con delivery por los protocolos sanitarios de la pandemia del coronavirus. Javier detalló que cocinan hasta “36 gustos de pizza” y “53 de empanadas, y una de las preferidas de la casa, “la mimada” es la pizza que lleva queso mozzarella, salchichas cortadas y papas pay.

“Los productos que yo uso son caros, los mismos productos que usé no los cambié nunca. Una mozzarella la estoy vendiendo a 350 pesos, y la más cara 540 pesos, cuando afuera la están vendiendo a 560 pesos. Uso precios bajos porque, sinceramente, yo gano en cantidad de ventas. Entiendo la situación, tampoco estoy pagando impuestos hoy. Yo vendo en cantidad, y ahí gano. Mi idea es que me conozcan y que prueben el producto”, remarcó.

“Son para tres personas, pero como son muy ricas son para dos personas. No queda nada”.