El Gobierno analiza otorgar un bono extraordinario a las jubilaciones y pensiones más bajas, que se agregará al 8,07% que surge de la nueva fórmula de movilidad que aprobó el Congreso. La decisión será tomada por el presidente Alberto Fernández, quien evaluará la situación entre el jueves y el viernes, al regreso de su visita oficial a México.

De acuerdo a la ley 27.609, sancionada en enero, que considera en partes iguales la recaudación de la Anses y la variación de los salarios que mide el Ministerio de Trabajo, las jubilaciones, pensiones y prestaciones sociales se incrementarán en un 8,07%. El aumento regirá a partir del 1 de marzo.

Pero en el Ejecutivo entienden que su sola aplicación dejará a los jubilados en condiciones muy desventajosas frente a la aceleración inflacionaria de los últimos meses. La previsión es que en el primer trimestre del año los precios subirán alrededor de 11%, unos tres puntos por encima del aumento a otorgar.

Por eso se dispondría una asignación extraordinaria por única vez. El universo de beneficiarios dependerá de las posibilidades presupuestarias del Gobierno: se da por seguro que alcanzará por lo menos a los haberes mínimos y a quienes cobran la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor).

De todos modos, en el equipo económico ya circula un dossier que explica que de no haberse modificado la fórmula de ajuste, el aumento trimestral sólo hubiese sido de 7,18%.

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