La Red BASA realizó la compra de nuevo equipamientos para Unidades de Terapia Intensiva (UTI). De esta manera, buscan reforzar el sistema sanitario en sus clínicas y poder dar respuesta a la demanda de pacientes con coronavirus, en el actual contexto de la segunda ola de contagios.

Se trata de un total de 14 respiradores, 10 monitores y dos cardiodesfibriladores que llegaron en el día miércoles al Policlínico Regional de la ciudad de Avellaneda. Los mismos serán repartidos en siete centros de salud que posee el grupo en el conurbano bonaerense y  la ciudad de Rosario. 

En torno a la llegada de estos nuevos elementos, el director médico del Policlínico Regional de Avellaneda y director del Complejo Hospitalario de la Red BASA, Ariel Sosa, consideró en diálogo con Crónica que el aporte “es fundamental para poder seguir sosteniendo la atención en pandemia” a pacientes en terapia intensiva

"La alta demanda de Covid moderado a severo requiere terapia intensiva”.

El equipamiento para terapia intensiva es un recurso muy valioso porque tenemos dos grandes dificultades. Una es el costo y el otro es conseguirlo, ante la gran demanda que hay, por lo que este refuerzo se vuelve muy importante”, destacó Sosa. 

En ese sentido, el director del Complejo Hospitalario de la Red BASA valoró que “la adquisición de respiradores y monitores es fundamental para ampliar nuestra capacidad" y manifestó: "La alta demanda de Covid moderado a severo requiere terapia intensiva”.

Los insumos harán más sencilla la tarea del persona médico (Crónica/Carlos Ventura).

Según detalló, de los insumos adquiridos por BASA, cuatro serán destinados a los sanatorios de las ciudades de Avellaneda y Quilmes. En tanto que los centros de salud del grupo en las localidades de Florencio Varela, Ezpeleta y la ciudad de Rosario recibirán dos.

A su vez, del total de los monitores, tres irán a los centros de salud en Zarate y Don Torcuato, mientras que dos llegarán a los sanatorios de la Red en Ezpeleta y Rosario. 

“Nosotros tenemos una proyección de ampliación. Podemos llegar a 126 más camas de terapia intensiva en toda la Red BASA. Es por esto que la compra de insumos no es la primera, sino que es un sistema de compra continuo, para poder soportar la gran demanda que tenemos”, agregó Sosa, en relación a la proyección hacia el futuro para reforzar las UTI. 

Este equipamento ayudará, esencialmente, a tratar pacientes enfermos de Covid.

Por su parte, remarcó que “en esta segunda ola de Covid el equipamiento se hace a unidad cerrada, de respiradores y monitores”, ya que, si bien “la demanda de piso no es tan alta, ha llegado a tener una ocupación del 80%, en algunos sanatorios”

“Durante la segunda quincena de abril hubo un gran número de casos. A lo mejor es un pico, porque ya hubo un pequeño descenso en la internación, pero uno imagina en julio y agosto habrá una suba, por eso nos estamos preparando para esos tiempos”, concluyó el profesional de la salud.