La pollera dejó de ser sólo una prenda de vestir para convertirse en un símbolo de empoderamiento y lucha contra la discriminación. Así lo evidenció un estudiante de Tucumán al denunciar en las últimas horas a través de redes sociales el trato despectivo que sufrió al vestirse con una falda en el día de su egreso escolar.

Su historia ocurrió hace apenas unos días, pero el relato es conocido en distintas partes del mundo: se trata de la heteronorma que también rige en las formas de vestir y que impone cuáles son las prendas que "corresponden" a hombres y mujeres. 

De acuerdo a la denuncia del tucumano L.V., que se volvió viral, el director de la escuela a la que asiste, la Técnica de Juan B. Alberdi, lo obligó a cambiarse para participar del evento de egresados porque la pollera "es de mujer".

La pollera con que L.V. sufrió discriminación en Tucumán (Facebook).

"En una sociedad que nos educa para la vergüenza, el orgullo es una respuesta política. La homofobia y el machismo en las instituciones escolares existe y todos los que no cumplimos con la heteronorma estamos y estaremos expuestos a recibir violencia institucional, desde que empezamos a cursar, hasta el momento en el que nos egresemos (si es que nos dan la posibilidad de hacerlo)", repudió el chico en su perfil de Facebook.

Y continuó: "Como sociedad tenemos que visibilizar y repudiar toda esta clase de acciones, por nosotros y por los que vienen. No nos callamos más".

El año pasado, en Salta, un alumno del colegio Mariano Moreno de la localidad de General Güemes utilizó una pollera gris al igual que sus compañeras.

Según contaba el chico en un video viral, los directivos habían prohibido a los hombres usar pantalón corto, pese a las altas temperaturas. Eso motivó la decisión ponerse pollera y asistir a clases. “No me pueden decir nada porque es parte del uniforme del colegio“, argumentaba, ya que sus compañeras sí tenían autorizado llevar esa prenda.

Otro relato similar ocurrió en España durante las últimas semanas, cuando estudiantes de todo el país asistieron a las escuelas con polleras en apoyo a Mikel, un chico que había sido castigado por sus docentes y sus padres por llevar la prenda en clase.

Las redes sociales fueron el vehículo de la iniciativa luego de que el chico contara su experiencia en un video en Tik Tok que tuvo casi un millón de "me gusta".

"Me apetecía llevar falda ese día y ya está. Le pedí a unas amigas que lo hiciesen conmigo", cuenta Mikel en la red social.  "A tercera hora interrumpieron la clase y me llevaron al psicólogo. Me preguntó si yo me sentía chica y le dije que no, que no me pongo ningún género y si tengo que poner uno soy tío", explicó. 

En el video, el joven resaltó un detalle: ningún profesor trató de la misma manera a sus amigas que también llevaban polleras.