Con temperaturas mínimas cercanas a los cero grados, esta semana se convirtió en la más fría en lo que va del año. Las mascotas sufren los efectos de la temporada invernal al igual que los humanos, influyen en su salud, en su estado anímico y pueden convertirse en un problema grave para las razas más vulnerables. Es por eso que los dueños deben tener en cuenta algunos cuidados para que los perros y gatos se mantengan saludables cuando baja el termómetro.

Pese a que muchas mascotas cuentan con una gruesa capa de pelo, esta puede no ser efectiva para mantener la temperatura corporal cuando los grados descienden. Los canes y los felinos domésticos están acostumbrados a vivir en ambientes calefaccionados y el clima frío les puede jugar una mala pasada.

En el caso de los perros y gatos, es importante tener en cuenta que los cachorros, perros de edad avanzada, las razas pequeñas y de poco pelo son quienes sufrirán más las bajas temperaturas y serán más propensos a padecer problemas de salud si no se los protege. También los que con anterioridad hayan sufrido de problemas respiratorios son un blanco fácil para el frío invernal.

Cómodos y calentitos

Los “pichichos” necesitan un lugar cálido para dormir durante la temporada más fría del año. Es fundamental que su cama esté ubicada en un ambiente seco, limpio, lejos de corrientes de aire y, de ser posible, no estar colocada directamente sobre el piso. Las “cuchas” elevadas o que incorporan algún tipo de aislante térmico son ideales para mantener a las mascotas alejadas del frío.

Las mascotas que duermen en el exterior del hogar deben contar con un espacio protegido del viento, la lluvia o la nieve, en sitios donde sea habitual durante el invierno. Ellas también necesitan un aislante térmico o una elevación para mantener la calidez de su casa o cama.

Los perros que duermen a la interperie deben hacerlo en “cuchas” que no presenten filtraciones o goteras y que lo mantengan abrigado y seco en caso de lluvia y frío. Se puede colocar goma espuma o un elemento similar para favorecer que el calor se mantenga en el interior. La casita debe ser lo suficientemente cerrada para concentrar el calor natural generado por la mascota. También es importante mantener seca y limpia cualquier mantita que tenga adentro de la “cucha”.

Sin embargo, cuando la temperatura exterior es extremadamente baja, lo mejor es que la mascota duerma dentro de la casa.

Entre las razas más vulnerables al frío están los galgos y chihuahuas.

Abrigados

Algunas razas de perros y gatos pueden necesitar una ayuda “extra” para entrar en calor aún cuando se encuentran dentro del hogar. La indumentaria para mascotas es uno de los rubros de mayor crecimiento en las últimas dos décadas, esto se debe en primer lugar a que cada vez más personas suman un compañero animal a su vivienda. Un estudio elaborado en 2016 por GfK Groups reveló que Argentina es el país con mayor número por habitante: el 80% de la población afirmó tener al menos un animal doméstico en su casa. Pero, además, los argentinos lideran también a nivel global dentro de la categoría canina ya que más de un 66% tiene un perro en su hogar.

La enorme demanda potenció la venta de abrigos, buzos, pilotos, capas y una variedad de productos que pueden proteger a los “pichichos” del frío invernal, tanto para cuando están dentro de la vivienda como cuando salen a pasear.

Atentos a las señales

Es habitual que las mascotas coman más durante las estaciones frías para tener energía que les permita conservar el calor. No obstante, es importante mantener el equilibrio con las cantidades, ya que si un perro o un gato pasa más tiempo en casa, durmiendo o con actividad reducida y se alimenta de más, podría ganar peso innecesario y desencadenar otra clase de problemas para su salud.

Cuando la temperatura exterior es extremadamente baja, lo mejor es que la mascota duerma dentro de la casa.

Además de la comida, se debe prestar atención al consumo de agua del animal, ya que hay algunos que bajan su ingesta de agua y se deshidratan, ya sea porque hace frío o porque esta está demasiado fría para beberla.

Puede parecer una obviedad, pero es fundamental revisar a diario que el animal tenga agua fresca y limpia a disposición. No hay que olvidarse de revisar que su bebedero esté en condiciones, sin hongos ni pérdidas.

Por otro lado, es común que los suelos muy fríos provoquen grietas en las almohadillas ubicadas en las patitas de perros y gatos. Una inspección día por medio es suficiente para chequear el buen estado de su piel. En caso de tener dudas acerca de los cambios que experimenta tu mascota, no dudes en consultar a tu veterinario.

Cuidados durante el baño

La higiene de un can no deja de ser importante por ser invierno, pero sí es recomendable espaciar los baños para evitar los cambios bruscos de temperatura.

La frecuencia entre los baños debe espaciarse durante el invierno.

Si bien mantenerlo limpio es parte de cuidar su salud, también es cierto que hay que tener en cuenta ciertos factores para que el baño no sea contraproducente. Si tu animal tiene pelaje largo es probable que tenga una tendencia a acumular suciedad del ambiente y sea más dificil de cepillar, por lo que requerirá baños más frecuentes.

El tipo de piel también puede influir, al igual que los humanos, los canes presentan pieles grasas o más secas. Las primeras pueden necesitar baños más seguido e incluso puede que el veterinario te recomiende algún producto especial. Otro factor a considerar es el nivel de actividad del perro, mientras menos ejercicio haga, más tiempo se mantendrá limpio.

Por otro lado, son muchas las mascotas que tienen afecciones de la piel, alergias o enfermedades que producen la caída del cabello. En este caso, será el veterinario quien indique la frecuencia y el producto correcto para cada animal, según sus necesidades.

Quienes tengan una mascota de raza yorkshire terrier o pinsher miniatura deberán estar atentos a los cambios bruscos de temperatura.

No te olvides de cepillar el pelaje del can antes de bañarlo para eliminar pelos sueltos, polvo y nudos y que el champú penetre mejor en su piel.

Asimismo, es importante regular la temperatura del agua para que el animal no pase frío durante el baño pero que tampoco se queme. Una prueba de cinco segundos con la mano bastará para determinar si es apta. Una vez fuera del agua, cubrirlo inmediatamente con una toalla y dejar que se sacuda.

En invierno hay que hacer todo lo que esté al alcance para aclimatar el baño (puede ser con vapor o calefacción) y secarlo lo más rápido posible con toalla y secador de pelo. Este debe estar en temperatura media y a una distancia de al menos 30 cm. de la piel de tu perro para que no vayas a quemarlo. Mover el aparato constantemente para que el calor no se concentre sobre una sola zona de la piel.