Blancaflor, la marca de harina leudante más conocida de las góndolas argentinas, provocó una enorme repercusión en las redes sociales tras retirar recientemente de su tradicional logo el dibujo de la mujer afro, sin emitir un comunicado que explique las razones de su cambio.

Foto comparativa entre el antiguo logo tradicional de Blancaflor, y el nuevo.

El personaje de piel negra que vestía también un juego de color blanco con sombrero de cocinera, guantes y un vestido por debajo del delantal rojo, desapareció para siempre del logo del paquete celeste, siendo reemplazada por unas manos femeninas y blancas que baten un bowl con una masa hecha de harina leudante.

El cambio se vislumbró con mayor claridad ayer por la noche, luego de que los participantes del popular reality show de cocina ‘MasterChef Celebrity’ tuvieran que cocinar unos pastelitos dulces con esa marca de harina leudante, que llevaba su nuevo logo, en conmemoración por el aniversario de la fecha patria del 25 de mayo.

Las comunidades afrodescendientes de nuestro país y muchos activistas antirracistas se habían proclamado meses atrás mediáticamente en contra del estereotipo de la mujer negra en el logo de “Blancaflor” y en otras marcas de la gastronomía local, por lo cual esta modificación fue ampliamente celebrada en las redes sociales por numerosas personas que militaron y apoyaron la causa.

Xango, la agrupación social en contra de la discriminación, el racismo y la xenofobia, explicó el 12 de agosto de agosto del año pasado, a través de su cuenta oficial de Instagram, el motivo por el cual reclamaban que la “negrita” de Blancaflor fuera eliminada del logotipo de la marca:

“Hay marcas en nuestro país que reproducen estereotipos racistas en sus logos, como por ejemplo la muy conocida Harina Blanca Flor de Molinos y la Bananita Dolca de Nestlé, por nombrar algunas. El problema no es que haya mujeres o personas negras en los logos, sino que se recaiga en imágenes que refuerzan prejuicios fruto del racismo. Se nos infantiliza, se nos exotiza, se nos hipersexualiza, se nos fetichiza, se nos homogeneiza, perpetuando el lugar donde la supremacía blanca quiere que estemos”, exclamaron en su posteo.

En tanto, tras las imágenes difundidas del nuevo diseño de la marca, las redes sociales se dividieron entre quienes celebraron esta decisión y clientes enfadados que expresaron su disconformidad.

En Twitter la palabra “Blancaflor” se convirtió en una de las primeras tendencias de la noche del martes de esta semana, a raíz de cientos de miles de comentarios que se hicieron en torno al nuevo diseño de la marca de harina propiedad del holding alimenticio Molinos Río de la Plata, del grupo Pérez Companc.

Adios negrita... Me acompañaste toda mi infancia en la cocina de mi vieja... Te mataron la estupidez humana y la corrección política”, “Una desempleada más”, “Yo no compro más harina blancaflor hasta que le devuelvan el empleo a la morocha simpática”, “Siempre me pareció simpática la morocha de Blancaflor. Le hubieran sacado los guantes y ya”, opinaron los detractores.

Sin embargo, por otro lado, la reconocida Editorial Chirimbote expresó su contento tras enterarse de la noticia con una publicación en su cuenta oficial de Instagram que le valió de más de 30 mil “corazones”: “Antes, les hacían usar guantes blancos a las personas esclavizadas, para no tocar la vajilla con su piel oscura. Las hacían felices porque, claro, ¡tenían que estar agradecides de poder servir! La imagen de la Harina Leudante #Blancaflor era claramente una ilustración de aquella época, que quedó naturalizada en un paquete sin darnos cuenta. ¡Ahora DoñaFlor se liberó y anda por ahí bailando rumba!”, sostuvo.

Una publicación compartida de Chirimbote (@chirimbote)

“Si hay algo que la militancia me enseñó, es q hay que festejar las pequeñas victorias. Ganamos esta amigues!!! (Sic), escribió en su cuenta de Twitter Alí Emmanuel Delgado, afroargentino, abogado, activista antirracista, y miembro de la Agrupación Xango. Su publicación fue una de las que más repercusión tuvo, cosechando más de 3 mil “likes”.