En octubre del 2016 un fatídico suceso cambió para siempre la vida de Joe Lemonge. Se trata de un chico trans que vivía en Santa Elena, Entre Ríos, que fue atacado por tres hombres que ingresaron a su vivienda. Él se defendió con un arma y fue hallado culpable de "tentativa de homicidio". Finalmente, esta semana, la Cámara de Casación lo absolvió tras considerarlo un hecho de legítima defensa. 

"Me enteré a las 13 de hoy. Mi abogada inició una videollamada pero pensé que era un error, y llorando me dice que soy libre, que acababa de llegar la sentencia en un mail con el fallo con la absolución", reveló a Télam. 

Desde el episodio, Joe se quedó sin familia, pero decidió celebrar también en su honor. "Rompí en llanto y abrí un champagne que era de mi mamá, que me acompañó siempre, pero que falleció inesperadamente el 14 de enero y era mi única familiar con vida, porque mi papá murió 15 días después de que me lleven detenido producto del estrés y cansancio que le generó todo".

El día del ataque

En la madrugada del 13 de octubre del 2016. tres hombres, entre ellos Juan Manuel Giménez, se acercaron a su vivienda, donde había instalado un kiosco, intentaron ingresar por la fuerza y lo agredieron.

Inmediatamente, Joe corrió al interior en búsqueda de algo para defenderse. Allí tomó un rifle aire comprimido transformado en calibre 22 del padre y efectuó un disparo accidental que impactó en la zona del cuello de Giménez.

El hombre fue derivado al hospital San Martín de Paraná, donde según el médico forense nunca tuvo riesgo de vida.

Lemonge señaló que durante los cerca de cinco años desde que ocurrió el hecho quemaron la casa que tenía su familia, perdieron todas sus posesiones y pertenencias, se quedó sin trabajo y sufrió numerosos hostigamientos, por lo que tuvo que mudarse a la ciudad de Buenos Aires.

El juicio

Tras conocer el fallo, Joe contó sobre el sufrimiento y la transfobia que vivió en los últimos cinco años. El joven aseguró que todavía recuerda al fiscal de la causa, Santiago Alfieri, "riéndose todo el juicio, diciendo que usaba la cuestión de persona trans como ventaja, cuando en el mundo de hoy es un colectivo humillado, postergado, desplazado de todo", explicó.

Algo similar le ocurrió con la jueza. "Me miraba con odio y asco y lo expresó en su sentencia, donde firmó las más de 170 fojas como si fuese mujer y siempre alegando que era un intento de ventaja". 

El viernes 4 de mayo de 2018, la jueza Cristina Van-Dembroucke lo condenó a 5 años y 6 meses de prisión por tentativa de homicidio simple. "Me arruinaron la vida en todos los aspectos que se te puedan ocurrir, me trataban del monstruo de la historia cuando eran tres tipos alcoholizados y violentos que me hostigaron por meses y que en patota me atacaron", sentenció.