El pasado domingo por la noche, los padares de Killian, un niño de 2 años, llegaron desesperados al cuartel de bomberos voluntarios de Ezpeletea.

El pequeño estaba desvanecido, broncoaspirado por la leche materna y con las vías respiratorias obstruídas.

Al llegar al cuartel, fueron recibidos por Fernando Tranelli, bombero de guardia y los paramédicos del SAME, que tiene una base en el lugar, Alan Pavón y Nahuel Peralta.

De inmediato comenzaron a realizarle a Killian maniobras de RCP y le salvaron la vida.

Fernando Tranelli, relató en Radio FMQ que «estaba en servicio de guardia y se hizo presente una pareja con un menor sin signos vitales. La madre comentó que le estaba dando el pecho y se quedó sin aire el nene. Se vinieron corriendo al destacamento porque viven a 100 metros; y rápidamente le hicimos maniobras de RCP, luego de 3 o 4 minutos vimos que comenzó a reaccionar; nosotros estamos capacitados para trabajar con las mismas maniobras que el SAME".


Asimismo, agregó: "Se me pasaron muchas cosas, porque yo tengo nietos, es muy complicado. Pero estaba muy feliz, abracé a la madre porque estaba muy angustiada y les dimos tranquilidad a a los padres que ayer vinieron a conocer a los chicos del cuartel. Este chico quedo en nuestros corazones y gracias a Dios quedó en nuestro corazones".