Pese a que fue detenido por la policía mientras intentaba ocultar el delito, Irineo Garzón Martínez, denunciado por haber abusado sexualmente el sábado de la joven venezolana en su local comercial de Balvanera, estuvo poco más de un día detenido.

La jueza porteña Karina Zucconi decidió liberarlo el lunes al comprobar que no tenía antecedentes penales ni "elemento alguno" para presumir que "intentará eludir el accionar de la Justicia". Así, le concedió el beneficio de la libertad bajo palabra, aunque prohibió que se acercara a la víctima o la contactara. Tampoco puede salir del país y debe presentarse en forma mensual en el juzgado.

La fiscal del caso, Silvana Russi, rechazó la excarcelación del acusado por considerar que el delito de abuso establece una dura pena y que existe un riesgo de fuga, y decidió apelar la decisión de la jueza Zucconi, informaron fuentes judiciales.

Garzón Martínez tiene 35 años y declaró que vive con su hermana en una vivienda del barrio de Mataderos, algo que la Justicia todavía no pudo comprobar como verdadero.

También dijo que "trabaja en forma digna en su comercio", que siempre les "ha dado trabajo a mujeres y jamás tuvo problemas de este tipo" en referencia a la acusación de abuso en su contra.

"Yo no estoy de acuerdo (con la liberación), no me parece. Me violó y estoy sufriendo mucho", dijo la joven venezolana.

Según reportó el Sistema Nacional de Ejecución de la Pena del Ministerio de Justicia de la Nación, hasta 2019 había 667 procesados o condenados con una primera imputación por violación o abuso sexual en las cárceles federales del país.