Alberto Olmedo es considerado uno de los mejores comediantes de la historia de nuestro país. Sin embargo, su final dejó impactados a muchos de sus fanáticos por el trágico desenlace que tuvo. Recordamos el mítico programa de televisión que emitía Crónica HD, "Las tragedias de los famosos", en dicha oportunidad dedicado al "Negro".

El solo hecho de recordar al actor provoca siempre una sonrisa cómplice. El pibe de Rosario que empezó como tira cables en Canal 7, se ganó con los años el indiscutido título de capocómico argentino.

Con "El Capitán Piluso", su primer programa, lo adoraron los más chicos. A los grandes, los conquistó con esa galería inagotable de personajes que supo construir a su imagen y semejanza. 

En el verano de 1988, Alberto Olmedo encabezaba en Mar del Plata la obra "Eramos tan pobres". El 3 de marzo se había estrenado en Buenos Aires la película "Atracción peculiar" y en la madrugada del cinco, ignorando su destino, vivía feliz la inminente reconciliación con su última mujer, Nancy Herrera.

Alberto Olmedo como "El Manosanta".

Había niebla, definitivamente aquel sábado sería un día gris. Aún llovía cuando Alberto Olmedo cayó al vacío. En el fin de su trágica pirueta tras caer, recibió a la muerte con los ojos bien abiertos. Dicha muerte fue accidental a consecuencia de una manifiesta y notoria imprudencia debido a la euforia derivada al consumo combinado de alcohol y drogas, según determinó un Juez penal.

Frente a la playa Varese, se concentró una multitud incrédula unida en esa especie de duelo espontaneo que se prolongó en el íntimo y breve sepelio realizado en Avenida Luro, en la casa velatoria perteneciente a su amigo Rogelio Roldán y en el cementerio de la Chacarita en un conmovedor "Chau, Negro".

Alberto Olmedo y Nancy Herrera, su última pareja.

Todos fueron de alguna manera responsables. Por eso, al estupor y dolor le sobrevino el escándalo. En octubre nació Alberto, el hijo que tuvo con Nancy Herrera y al que la Justicia le otorgó el apellido Olmedo recién en el 1995. El mayor de sus hijos, Fernando, se mató en junio de 200 en el mismo accidente que el cuartetero Rodrigo.

Sin dudas, la vida del actor cómico estuvo signada por las luces y las sombras. "¿Qué quiero que quede de mí? Una estatua de mis manos en la Calle Corrientes", expresó. Claro que Alberto Olmedo nos dejó mucho más porque la inmortalidad del tape lo hizo irremplazable.

Mirá el video del programa de Crónica TV "La Tragedia de los famosos" dedicado a Alberto "El Negro" Olmedo