Fran Mariano confesó que tenía miedo que su padre lo matara por ser gay: "Tengo cicatrices por sus golpes"
El mediático charló en "Seres Libres", programa de Crónica HD que conduce Gastón Pauls, y dio detalles sobre la obesidad y su adicción a las cirugías estéticas. ¡Leé la nota!
Fran Mariano se hizo conocido en la farándula como un participante de "Cuestión de Peso", y mediático, que entró al reality por un picante cruce con Moria Casán en la tribuna de "ShowMatch". En charla con Gastón Pauls en "Seres Libres", todos los viernes a las 22 por Crónica HD, Fran se confesó sobre sus problemas con la comida y su trastorno dismórfico.
Fran tuvo muchos problemas de alimentación por ser obeso desde pequeño, sufrió violencia de parte de su padre, y se hizo adicto a las cirugías estéticas. Hace un tiempo comentó qué fue de su vida tras su etapa mediática, pero en "Seres Libres" dio detalles de su terrible pasado.
"En primer lugar siento que de lo que no se habla no existe, y lo que no existe se margina. Hay algunas cuestiones como este tema del trastorno dismórfico, o también de la obesidad que todavía no se hablan como se deberían hablar. Como sobreviviente, una persona que sigue adelante carga estas cosas, porque uno, como adicto a lo que sea, nunca te curás, te recuperarás y seguir tu vida", comenzó reflexionando sobre el motivo que lo llevó a contar su historia.
Ante la consulta de Pauls sobre si consideraba un adicto, fue contundente: "Sí, lo sentí cuando había algunas cuestiones que no las podía controlar. por ejemplo el tema de las cirugías, cuando me empecé a operar sabía que me estaba yendo de mambo y que habían cosa que no eran sanas para mí".
"Me inyectaron silicona líquida en los labios. Creo que en algún momento de tu vida, se desarrolla la adicción y después se va empinando. uno puede ser adicto a la vida saludable o adicto a las guerras, pero la adicción en algún punto las llevás", continuó.
Luego, se adentró en los inicios de su enfermedad: "Cuando tenía 12 años, recuerdo la primera vez que mi vieja me llevó al médico y la doctora escribió en el papel 'diagnóstico: obesidad'. Me acuerdo perfecto porque fue un hito. Yo no sabía lo que era una etiqueta. A mí me cargaban, pero cuando sos chicos no tomás dimensión de que sos eso. En ese papel decía 'obesidad. Consultar con nutricionista'. Ahí empezó la lucha".
"Al principio era con mi vieja. Ella quería que adelgace y yo no. Era muy rebelde y creo que como en todas las adicciones, hasta que uno no toma la decisión, es muy difícil enfocarlo por otro lado. Me compraba todo verde, yogurt, pan verde, mermeladas, pero iba al quiosco de la esquina y me comía un alfajor", indicó con tristeza.
"En el fondo era un gran temor a que la gente me vea, hacía fuerza para que el día termine rápido. No tenía idea lo que era la sexualidad.
"Pasó un año sin que saliera de mi cuarto. En el fondo era un gran temor a que la gente me vea, hacía fuerza para que el día termine rápido. No tenía idea lo que era la sexualidad. Imaginaba que del otro lado de la puerta estaba en Nueva York, que había edificios, que era una ciudad, pero no la cruzaba, estaba todo el día mirando televisión, comiendo y comiendo", prosiguió
También sorprendió al confesar que la comida y hasta su obesidad fue un mecanismo de defensa ante la violencia de su padre. "Tengo cicatrices en el cuerpo por los golpes que recibía. Yo siempre fui gay desde chico y eso fue su mayor tortura. No me voy a olvidar nunca un día que me encontró, estaba peinando a mi hermana, y agarró una plancha de ropa y me la partió en la cabeza".
"Yo comía porque sentía que el día que mi papá me quisiera matar con un cuchillo, no me iba a tocar nada porque la grasa iba a frenar eso, no me iba a poder matar. Creo que empecé a comer y hacerme el pez globo. Eso fue, eso está todavía. Nunca tuve una pareja, porque me pasa que los hombres me gustan pero les tengo miedo", aseguró.
"Comía literalmente hasta que sentía la comida hasta el cuello y ahí es cuando uno se da cuenta que es adicto, porque no podés controlarte. Creo mucho en el destino y a mí la espiritualidad me salvó muchísimo de seguir una vida de adicciones. Creo que ya estaba marcado de alguna manera que me toque a mí", dijo sobre el momento en el que decidió cambiarlo todo.
También recordó ese momento en el que llegó a la televisión. "Estaba mirando la tele y estaban todos, en vivo, hasta Graciela Alfano y Moria Casán. No sé por qué me levanté y me fui. Fue una historia muy mediática después porque en ese programa yo tuve una disputa con Moria, en un momento me dice 'callate y anda a Cuestión de peso', la típica que le decían a todos los obesos, como si fuera una cámara de tortura".
Luego, lo llamaron del polémico reality en el que varios participantes debían bajar de peso ante la mirada de nutricionistas y profesionales, pero las cosas no mejoraron como él creía.
"Empecé a bajar de peso, primero, a nivel físico fue muy raro. Tenía vómitos, me sentía mal, era toda una limpieza en mi organismo que yo no reconocía. Pero de cabeza seguía estando igual y por eso terminó cuestión de peso y engordé 35 kilos de nuevo", sostuvo.
Y ese fue otro momento clave: "Dije o tomó la rienda de esto o yo me voy a morir gordo. Acá tirado me van a encontrar un día muerto. Tenía 21 años. Pienso, en lo hermosa que es la vida, y pensar en la muerte esa horrible a esa edad. La muerte en vida. Entonces esa noche dije yo quiero cambiar la verdad. Al otro día me levanté, comí dos tostadas y arranqué . Me di cuenta después que uno podía cambiar todo el cuerpo y seguir siendo el mismo de cabeza".