Dicen que no son saludables. Que caen mal, que producen acidez y que están contraindicados para la dieta, pero los Nachos son exquisitos. Para el paladar y también a la hora de definir un partido como el que Atlético Mineiro le ganó a River en el Monumental. De zurda, con cara interna.
Así, Nacho Fernández anotó el único gol en el primer chico por los cuartos de final de la Copa Libertadores, que lo tuvo como el gran protagonista de la noche por haberle convertido ni más ni menos que al club donde vivió los tramos más esplendorosos de su carrera y por ser expulsado sobre el final por un salvaje planchazo.
A juzgar por el desarrollo, la soberbia definición del mediocampista fue un acto de justicia: su equipo mereció, inclusive, una diferencia mayor. Ahora el Millo la tendrá doblemente difícil en la revancha. Por la derrota, por supuesto, pero además por el plus del gol de visitante.
Le costó a River tomarle la vuelta al partido en el comienzo. Mineiro demostró desde el arranque tener las cosas claras y aceitados los canales para progresar colectivamente desde cero. Su propio arquero fue el punto de partida en cada salida, dándole inicio a incursiones ofensivas que parieron en la propia área brasileña y finalizaron en inmediaciones de Armani.
Al margen de que seguramente lo tenía estudiado, Gallardo tomó nota y mandó a presionar la salida, pero ni siquiera así los dirigidos por Cuca renunciaran a la elaboración plena como instrumento de ataque. Una vez que River consiguió ir cortando los circuitos, creció desde una base firme y empezó a generar.
La aproximación más seria que tuvo en su haber fue un remate de Angileri ingresando al área. El zurdo se fue abriendo y una vez notó el espacio indicado sacó un disparo violento que dio en el palo derecho de Everson, que había volado hacia allí pero ya no tenía chance.
Un rato más tarde el dueño de casa contó con dos ocasiones más: un rebote en el área chica que Carrascal no llegó a agarrar de lleno y un cabezazo de Brian Romero que contuvo Everson tras un desborde y centro de Angileri. Cuando reaccionó, Mineiro casi desnivela cuando Zaracho, increíblemente, se lo perdió cara a cara con Armani. Antes de finalizar la primera etapa, River volvió a inquietar. Lo hizo a través de Julián Alvarez, quien perdió ante el achique del guardavallas visitante.
A un ritmo frenético se inició el complemento. Con Mineiro como dominador, pisando el área de Armani con frecuencia y con peligro. Hulk se la bajó a Nacho y el ex... si el ex River colocó el 1 a 0 con un zurdazo a quemarropa. Con River desconcertado, Alan probó de lejos por arriba de Armani y el travesaño le dijo que no.
Nacho Fernández vio la roja pero el "mal" ya estaba hecho. A River no le alcanzó con la superioridad del final y en Brasil tendrá que ganar o empatar en más de un gol. Sí, claro, una misión bastante bastante salada.
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