El fútbol argentino demuestra mucha paridad. Por eso los entrenadores entienden que cualquier detalle puede ser influyente para definir un partido, a tal punto que muchas veces tratan de despistar o de esconder a la formación inicial que saltará a la cancha.
Esa tendencia de los técnicos se potencia aún más en la previa de un Superclásico, especialmente si el derby es definitivo. Este fin de semana se verán las caras Boca y River por los cuartos de final de la Copa de la Liga Profesional y una derrota te deja afuera, por lo que se juegan todo.
En ese contexto, si bien no dio demasiadas pistas, se empiezan a conocer las intenciones de Miguel Ángel Russo, que está dispuesto a patear el tablero. ¿La razón? Se aferraría a la línea de cinco y rompería el trinomio de juveniles que le dio alegrías en los últimos compromisos.
Los once que tiene en la cabeza son Rossi; Capaldo, Izquierdoz, Lisandro López, Rojo y Fabra; Varela y Almendra; Pavón, Tevez y Villa.
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