River venía de rendimientos tan opacos como preocupantes. Sin embargo, en la semana, Marcelo Gallardo recogió el guante y manifestó que en Núñez no había crisis y que el equipo en algún momento iba a aparecer. Pero justamente eso había que demostrarlo en el verde césped. Y el Millonario jugó un partido de menor a mayor y se encargó de evidenciar que todavía puede ser competitivo: en la noche Monumental, le ganó 1-0 a un timorato Gimnasia, que ya lleva tres sin ganar y se aleja de los punteros. Así, el Millonario volvió a la victoria después de tres partidos y se metió en zona de clasificación a la próxima Libertadores. En Núñez, la crisis parece no ser tal...

Los primeros minutos tuvo a un equipo local protagonista, incisivo y con chances de gol. Tanto Bruno Zuculini, Agustín Palavecino como Elías Gómez contaron con situaciones claras para abrir el marcador. Sin embargo, el Lobo empezó a reaccionar y a través de Ramón Sosa casi se pone en ventaja (Franco Armani tuvo una tapada espectacular).

El trámite estaba más que parejo... Hasta que antes del descanso, la visita quedó mal parada y el elenco de Marcelo Gallardo aprovechó: tras una gran jugada colectiva, la pelota le quedó a Lucas Beltrán y el delantero definió pegado al palo izquierdo para marcar el 1-0.

Ya en el complemento, River parecía tener otra tranquilidad. Manejando la ventaja, controlaba la pelota con un gran Rodrigo Aliendro, creaba situaciones y estaba cerca del segundo. De hecho, tuvo alguna clara de la mano de Beltrán y también con un buen cabezazo de Emanuel Mammana que tapó muy bien Rodrigo Rey. El Millonario tuvo un rato donde lució su mejor versión, muy cerca de la que pretende Gallardo.

En el último tramo del partido, Gallardo metió cambios y el equipo lo empezó a sentir, quedándose un poco y sin tener la verticalidad y el control como en el inicio del segundo tiempo. Se produjo el debut del colombiano Borja y, previo al ingreso del Cafetero, había realizado su bautismo el chileno Pablo Solari. 

Sin embargo, Gimnasia careció de recursos para preocupar y nunca le encontró la vuelta. Así, con un rato de buen fútbol, a River le alcanzó para volver a la victoria después de tres partidos. Un Millonario que si bien no estaba en crisis, no podía encontrar su identidad futbolística. En el Monumental, dio un paso y de yapa se puso en carrera en la clasificación para la Libertadores del año que viene.