Después del cruce que protagonizaron por los octavos de final de la Copa Libertadores, que deparó la eliminación de River en el propio Monumental con un polémico VAR, Vélez y el Millonario volvían a verse las caras y por eso el partido en Liniers ofrecía un condimento particular. Y una vez más, el Fortín terminó amargando al conjunto de Núñez. Porque se lo empató (2-2) en el final y dejó al elenco de Gallardo masticando bronca nuevamente, esta vez en el José Amalfitani.

Con la sangre en el ojo. Así salió a jugar River en Liniers, y más aún conociendo de antemano que iban a ser blanco de las cargadas que los hinchas locales tenían preparadas para el equipo de Marcelo Gallardo por la eliminación copera.

A los 2 minutos, Barco no pudo concentrar un error en la salida de la defensa de Vélez, aunque a los 6 el Millo descargó bronca con el grito de Beltrán tras una buena jugada de Simón por derecha.

De todos modos, a los 17, el Fortín agarró mal parada a la defensa visitante y Armani le terminó convirtiendo penal a Bou, quien se encargó de cambiarlo por gol.

Ese impacto pareció desequilibrar al Millo, pues enseguida el local olfateó el segundo, aunque ni Orellano ni Pratto pudieron definir con éxito. Y en el mejor momento del dueño de casa, River pasó al frente con un verdadero golazo: Palavecino asistió con un pase alto a Simón, y éste se la bajó a De la Cruz, quien le puso la firma al gol con un certero derechazo.

Previo al descanso, el Fortín tuvo la chance de igualar, pero Armani se lució ante Orellano para enmendar un error de Casco, mientras que en la otra área Hoyos no quiso ser menos y se quedó con un mano a mano frente a Barco.

De regreso al campo de juego, Vélez tomó la iniciativa y fue decidido a buscar el empate. A los 14 exigió al arquero visitante con un violento derechazo de Janson, y a los 23 el arquero visitante volvió a ser clave para cortar un pase atrás de Pratto.

Ante ese panorama, Gallardo metió mano en el banco en busca de un cambio de cara, pero ni Paradela ni Quintero fueron determinantes. En cambio, apenas Braian Romero pisó el campo contó con una clara de gol, pero no acertó al arco, y Vélez, de tanto insistir, en tiempo de descuento, puso el 2-2 con el grito de Osorio para impedirle al Millonario poder cerrar la herida de la Libertadores.

Osorio festeja el gol del empate agónico. Fiesta completa en Liniers y sabor dulce para el Fortín.