En una noche de golazos, River utilizó el casco y la pala para volver a sonreír. Es que el Millonario, venía de una racha adversa, con eliminación en la Copa Libertadores mediante, y con uno de los peores momentos de la era Marcelo Gallardo al menos a nivel juego. Por eso, los de Núñez necesitaban un triunfo cuanto antes. Y gracias al golazo de Milton Casco y a los dos de Agustín Palavecino, y a pesar de quedarse con uno menos durante la última media hora, venció 3-0 a un Barracas Central que intentó pero no pudo. Así, en Villa Mercedes, los del Muñeco avanzaron a octavos de final de la Copa Argentina, donde se cruzarán con Defensa y Justicia.

El partido había comenzado medio ajetreado para el Millonario. Sin embargo, en el momento menos esperado, apareció una pegada exquisita de Milton Casco para destrabar todo: el lateral la agarró como venía pisando el área y sacó un fusil para poner el 1-0. Golazo para los de Núñez que se adelantaban en el marcador.

A partir de ahí, el trámite se rompió: los dos elencos empezaron a saltear líneas y parecía que iba a caer un gol, pero no se sabía en que área. Y en ese desarrollo, las más claras las tuvo el elenco de Berti. Primero con una buena jugada individual de Bruno Sepúlveda, que atrapó muy bien Franco Armani. Y ya cerca del final, en una pelota parada, Neri Bandiera se elevó en el aire y sacó un cabezazo que pasó cerca del palo izquierdo.

En el complemento, el DT de Barracas, mandó toda la carne al asador a la cancha con la idea de empatar el partido, pero dejaba demasiados espacios atrás y River parecía en cada ataque estar a punto de aprovecharlo. De hecho, el Millonario presionó la salida, Agustín Palavecino quedó solo y el que respondió muy bien fue Maximiliano Gagliardo. Aunque en la segunda, los de Gallardo no iban a perdonan: jugada colectiva tremenda que inició Elías Gómez, Rodrigo Aliendro tiró un taco perfecto y Palavecino definió para marcar el 2-0.

El Millonario, tuvo un momento de zozobra cuando David Martínez vio la roja y se quedó con un jugador menos. Pero cuando el Guapo iba a la carga Barracas, Palavecino otra vez frotó el guante y la mandó a guardar para poner el tercero y cerrar la goleada en la provincia de San Luis. Después de tantos cachetazos, River volvió a sonreír: con tres golazos, eliminó a su rival, que no pudo dar la sorpresa y avanzó a la próxima ronda del certamen federal. Una victoria para apagar el incendio de los últimos partidos...