Con solidez y buen juego, Boca aseguró su lugar en semifinales de la Copa de la Liga. El Xeneize disputó un gran encuentro y superó en la Bombonera por 2-0 a un Defensa y Justicia que no pudo dar el batacazo. De esta manera el equipo de Sebastián Battaglia (logró por primera vez en su era cuatro victorias consecutivas) chocará ahora el sábado, desde las 18.30 en cancha de Lanús, ante el Racing de Gago buscando un lugar en la gran final.

El dueño de casa mostró superioridad en el campo ya desde el inicio del juego. De hecho la primera llegada clara se dio a los cuatro minutos con un buen testazo de Carlos Zambrano que se estrelló contra el travesaño. Si bien los de Varela pudieron acomodarse un poco mejor con el correr del reloj fue Boca quien logró conseguir la apertura del marcador, aunque la tecnología terminó ahogando el grito de gol de la Bombonera.

Por Fernández había convertido a los 31 tras una buena acción de Villa por la banda, pero Andrés Merlos terminó anulando el tanto a instancias del VAR por un golpe del colombiano previo sobre Tripicchio. Vale destacar que anteriormente el juez no revisó un codazo de Advíncula sobre Hachen que pudo haber sido sancionado con un cartón colorado.

De todos modos, el Xeneize tuvo premio después de tanto ir. Cuando el primer tiempo estaba llegando a su fin Frank Fabra lanzó un gran pase en profundidad para la corrida de Villa, que tras un muy buen recorte definió al palo de Unsain. El arquero trató de frenar el remate con su pie pero no llegó y Boca gritó el primero de la noche.

Lejos de bajar su nivel, el equipo de Sebastián Battaglia fue por más en la segunda mitad del encuentro. Boca dominó las acciones ante un Defensa que no supo cómo generar juego y llevar peligro al arco de un Agustín Rossi que fue prácticamente un espectador de lujo. La azul y oro contó con un par de oportunidades claras, primero con un disparo de Pol Fernández solo frente al arco que salió desviado y más tarde con un remate lejano de Óscar Romero con el arco vacío que no llegó a buen puerto.

Pero sin desesperarse, Boca logró liquidar la historia a los 32. Después de una buena asociación de toques la pelota quedó en los pies del volante paraguayo, quien lanzó un pase pinchado al vacío para la corrida de Juan Ramírez. El ex San Lorenzo escapó por derecha y con una definición cruzada convirtió el 2-0 para asegurar la clasificación a las semis de la Copa de la Liga.

Luego el Xeneize se encargó de manejar con suma tranquilidad lo que quedó de partido. El local no sufrió y los hinchas cantaron ya pensando en lo que será el choque ante Racing. Así, en medio de "crisis" y "flojos rendimientos", Boca ya se metió entre los cuatro mejores del país...