El martes por la noche, Nayla, de tan solo cuatro años, jugaba en la vereda junto a sus amiguitos cuando fue alcanzada por una ráfaga de tiros producto de un presunto enfrentamiento narco, de los cuales un disparo impactó en su pecho, ocasionándole la muerte. En medio del dolor sin consuelo, Crónica HD se acercó al barrio 1-11-14, donde ocurrió la tragedia y pudo escuchar a la mamá de la pequeña asesinada, y sostuvo que los atacantes "son del barrio", que ya están identificados y que su hija "quedó en el medio de problemas de ellos".

"Ya están identificados, son del barrio, los están buscando. Son dos chicos, no son bandas. En el medio de problemas de ellos, quedó mi hija. Lo único que sé es que perdí a mi hija", dijo a la prensa Alcira, la madre de Nayla Naomí Torrilla, la nena de 4 años asesinada de un disparo en el pecho al quedar en medio de la balacera.

La familia de la niña asesinada pide Justicia (Télam).

En tanto, detectives de la Policía de la Ciudad en las últimas horas realizaron en el barrio un allanamiento en una causa que podría tener conexión con el ataque, pero la diligencia dio resultado negativo, mientras que la Justicia tiene en la mira a un grupo de jóvenes, algunos de ellos familiares entre sí, que se hacen llamar "Los Marola" y que mantiene atemorizados a los vecinos de esa zona del barrio.

Del ataque también resultó herido un joven de 19 años identificado por la Policía como William Hernán Arsamendia Escobar con un disparo en la pierna derecha, con entrada y salida y sin riesgo de vida.

"Perdí a mi hija por un desalmando. Lo único que pido ahora es justicia por Nayla", aseguró su madre antes de ir a retirar de la morgue el cuerpo de la niña para poder velarlo que se desarrollará en Calle 10 y Charrúa, del barrio 1.11.14, donde funciona un centro comunitario.

La mujer relató que "fueron por unos segundos" que "escuchó los disparos, salió a buscar a sus hijos", pero no llegó a agarrar a Nayla, quien fue trasladada por un vecino al Hospital Piñeiro, donde según la madre "los médicos hicieron todo lo posible pero no pudieron salvarla".

"Mi hijita murió en mis brazos",
afirmó, mientras que pidió "justicia y más seguridad" para los vecinos del Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli.

"Escuché los disparos y salí a buscar como loca a mis hijos. Acá se juntan a jugar varios chicos. Lamentablemente le tocó a mi hija", sostuvo Alcira, madre de cinco hijos.


Por su parte, voceros policiales confirmaron que esta madrugada se realizó un procedimiento en una vivienda de la calle Calle 10 entre Charrúa y Bonorino del Barrio.1.11.14, pero en el marco de otra causa que podría tener relación con el ataque donde murió Nayla, donde se buscaba a un sospechoso que podría haber estado herido y armas.

La diligencia, ordenada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 44, a cargo del juez Marcos Fernández, la hizo la División Homicidios de la Policía de la Ciudad pero "dio resultado negativo", reveló una fuente policial.

Los pesquisas apuntan a un problema entre bandas dedicadas a robos, que, en principio, nada tiene que ver con la banda de los peruanos vinculada principalmente al narcotráfico y a la venta de drogas al menudeo.

Una fuente judicial explicó que una de las bandas apuntadas se hace llamar "Los Marola", un clan familiar que mantiene atemorizados a los vecinos de esa zona de la villa.


"Estos Marola están enfrentados a otras bandas, principalmente una que se hace llamar 'Los Cabrales', también integrada por familiares de apellido Cabral, a uno de cuyos integrantes habían asesinado el año pasado", dijo.

El ataque ocurrió alrededor de las 22 del martes, en el cruce de Bonorino y Calle 10 del mencionado barrio donde, según los testigos, desde un automóvil Renault 19 color gris se efectuaron varios disparos a ocasionales transeúntes.

Según las fuentes, fue personal de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) apostado en la zona quien emitió un alerta ante el ataque a balazos y le informó a la Policía de la Ciudad que el automóvil de los tiradores había huido en dirección al vecino Barrio Presidente Illia.

Hoy, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, aseguró que el hecho ocurrió en una zona que no estaba bajo prevención de gendarmería, sino de la Policía de la Ciudad, y que aguardan directivas de la Justicia porteña para " colaborar con peritajes o con la investigación".

Las fuentes precisaron que, en el sitio de los disparos, los peritos recolectaron un total de 32 vainas servidas de calibre 9 milímetros.


Priscila, prima de Nayla, dijo ante la prensa que según le contaron, "eran cinco personas que venían en un auto" y que "empezaron a disparar de la nada" ante la presencia de varios chicos.

"Había un cumpleañito, así que había muchos chicos", contó la joven y denunció que en el barrio "nadie hace nada", que los gendarmes " están ahí parados" y que cuando su prima fue atacada "no hicieron nada".

"Todos los días pasa lo mismo"
, concluyó la joven.

En la causa interviene el fiscal Eduardo Cubría, de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 22, quien calificó legalmente el hecho como "homicidio".

La fiscalía dispuso el miércoles mismo la intervención de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad, para que tome las primeras declaraciones testimoniales en el hospital y en el lugar del ataque.

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