Ferni Ayala, de 28 años, fue asesinada de dos tiros en el pecho en la madrugada de este lunes en el primer piso de la casa 187 de la calle Lavardén, manzana 18, de la villa 21-24, también conocida como Zavaleta, en el barrio porteño de Barracas. Por el crimen, este miércoles permanecía prófugo Esteban Rojas, un prestamista de 44 años que era pareja de la víctima.

La joven asesinada, en su adolescencia, colaboró en el comedor comunitario "Trencito de Vida", ubicado en proximidades del lugar donde ocurrió el crimen y donde trabaja como una de sus encargadas Gregoria, quien era vecina y conocía mucho a Ayala.

"Desde jovencita la conocía, desde sus 15 años", contó Gregoria este miércoles en diálogo con Crónica HD. Y agregó: "Un día se le antojó de trabajar con nosotros y estuvo mucho tiempo haciéndolo como ayudante: lavaba los platos y las ollas, pelaba la verdura y servía las mesas".

La mujer detalló también que Ayala estuvo de novio con uno de sus hijos. "Cuando los dos tenían 15 años. La relación terminó pero seguíamos como si fuéramos familia", aseguró la encargada de "Trencito de Vida", donde velarán este miércoles, desde las 14, los restos de la víctima, quien era oriunda de Paraguay al igual que Rojas.

"Ferni era una chica amorosa, sensible, trabajadora; era carismática y muy guapa", resaltó y, cuando se le preguntó sobre el imputado, expresó: "Todos dicen que es un golpeador".

Detalles sobre su último encuentro con la joven asesinada

Cuando se le consultó cómo fue su último encuentro con Ayala, Gregoria respondió: "Me acuerdo de que el 8 de diciembre (pasado), el Día de la Virgen, vino con el tipo (por Rojas) en un auto a saludar y, desde esa vez, no la vi más", expresó acongojada.

La quería mucho, era como hija. Siento mucho dolor porque una nunca espera algo así”, finalizó.