Crónica HD estuvo en el barrio porteño de Villa Devoto, con un hombre que tiene una carnicería y almacén y decidió cerrar debido a la inflación.

La gente se conmovió con el caso, y empezó a donar. Gracias a esta acción, el comerciante llegó a los dos millones de pesos.

"Su casa se está cayendo a pedazos, y eso me pone muy mal", expresó, entre lágrimas, el hijo de 15 años del carnicero.

La solidaridad de la gente, se hizo notar en pocos minutos, y cada aporte, sumó a la causa. "Quiere que están bien, que puedan dormir y no pasar frío", contó el menor.

"Me duele mucho esa situación", agregó el adolescente, que manifestó que sueña ser policía cuando sea grande.