Un insólito encuentro vecinal ha surgido en Australia, donde una mujer fue a buscar a una de sus vecinas para recriminarle sus acciones, y forzarla a resolver el problema. La acusada aseguró no poder tomar la medida para solucionar la causa del inconveniente.

La interpretación personal de valores y principios que tiene cada persona puede a veces generar tensiones entre vecinos o miembros de la misma comunidad. En algunas ocasiones esto podría interpretarse como un capricho de quien sigue un estilo de vida “tradicional”.

Una madre de una niña de 7 años se vio envuelta en una polémica acusación por parte de su vecina, quien la responsabilizó por no tomar medidas para evitar que su hija contagiara piojos. La excusa que ofreció la mujer acusada, basada en su estilo de vida vegano, añadió un giro insólito a la situación.

La australiana, conocida como Nitty Gritty, compartió su sorprendente historia en el sitio especializado Coach. De acuerdo con lo que relató, su hija y la niña vecina, que son amigas debido a su cercanía en las casas, solían jugar juntas en el jardín. A pesar de su buena relación, después de una de estas sesiones de juego, la acusadora notó que la niña vecina se rascaba constantemente la cabeza, lo que finalmente condujo al descubrimiento de una infestacion de piojos.

La mujer, atónita por la peculiar situación, decidió hablar del problema con la madre de la niña, quien sorprendentemente argumentó que no tomaría medidas para combatir los piojos debido a su adherencia al veganismo. 

En relación a lo que afirmó la vecina, los veganos no deberían matar seres vivos, incluidos los piojos, y en su lugar, se limitaba a peinar las liendres en el jardín, permitiéndoles sobrevivir.

Esta respuesta dejó a Nitty Gritty sorprendida, y acudió a la plataforma Coach en busca de consejo profesional sobre cómo manejar esta situación extraordinaria. La periodista Alexandra Carlton, quien se encuentra en Sydney, fue quien acudió y contestó a su consulta.

La experta le dio un consejo pragmático a la madre. Este consistía en dejar de centrarse en los métodos de la vecina y, en cambio, enfocarse en cómo proteger a su hija de los piojos.

Carlton sugirió medidas concretas para prevenir el problema, cómo atar el cabello de la niña de manera ajustada y usar un spray protector. Su consejo apuntaba a evitar una disputa prolongada y centrarse en la salud y bienestar de la pequeña involucrada.