Una insólita situación tubo lugar en Estados Unidos donde una joven, de nombre Jordan y de 26 años de edad, contó que acudió al médico a causa de un resfriado que no la dejaba en paz, pero el doctor decidió hacerle un lavado de oídos y fue entonces cuando descubrió algo extraño.

En el interior del oído había un pequeño tubo blanco que estaba totalmente recubierto por una gruesa capa de cerumen, y fue entonces cuando la joven supo de qué se trataba.

Al parecer, 22 años antes, cuando la niña tenía 4, se le realizó una pequeña intervención a causa de sus constantes infecciones de oído. Consistió en introducir unos pequeños tubitos blancos en el tímpano, práctica habitual que permite igualar la presión de los oídos y ventilarlo para evitar las infecciones.

Lo normal es que conforme el tímpano se recomponga, el tubo, también llamado "diábolo" por su forma, acabe saliendo al exterior. Este proceso lleva aproximadamente entre seis y 18 meses. Pero en el caso de Jordan no fue así, y el tubo se quedó en su oído durante 22 años.

Reino Unido: extraña extracción en la oreja

En otro hecho insólito, el audiólogo Neel Raithatha, logró extrar tiempo atrás un diente de la oreja del chico en su clínica en la ciudad inglesa de Oadby.

Raithatha se sorprendió mientras examinaba la pieza que había encontrado junto al tímpano, ya que en un principio creyó que era un bulto de piel muerta.

Una vez que hizo el análisis y pudo mirar con atención más cerca ese diminuto objeto blanco, descubrió lo que nadie imaginaba, que era un diente de leche.

Pero la historia no termina ahí, ya que al comentarle la situación a la mamá del chico, ésta manifestó que cree que en la escuela compañeros suyos lo habían alentado a meterse cosas en el oído.

La secuencia de la grabación de la joven ( TikTok).

"Habían estado tratando de extraer el diente con gotas, pero se pegó al tímpano, que estaba inflamado", dijo Raithatha.

Se sabe que la mayoría de los niños pierden sus dientes de leche entre los cuatro y seis años, por lo que estiman que el diente no pertenezca justamente al niño de 3 años.