Una desagradable situación se vivió en Taiwán, en donde una mujer había comenzado a sentir molestias en su oído, de hecho, escuchaba crujidos y sospechaba que algo se le había metido en su oreja izquierda, aunque lo peor llegó cuando empeoró al nivel de no dejarla dormir y pasar cuatro noches de insomnio.

Sin embargo, todo cambió cuando empezó a notar movimientos en el interior y decidió acudir a una clínica de otorrinolaringología. Allí, los médicos le hicieron un chequeo de rutina y descubrieron la escalofriante razón: se le había metido una araña.

Según Science Alert, al parecer el insecto había pasado un tiempo escondido en su oído, ya que hasta encontraron los restos de su exoesqueleto que había mudado de un lugar a otro, lo cual explicaba por qué la mujer sentía movimientos inusuales. Al momento en el que los expertos hicieron la revisión, ya se encontraba escondido en otra zona de la oreja.

A pesar de la insólita noticia, la mujer confirmó que no había sufrido ningún tipo de dolor. De acuerdo a lo que indicó el personal médico del Hospital Municipal en la ciudad de Tainan, la araña solo medía de 2 a 3 milímetros de tamaño.

Extraño hallazgo

“Hay una capa extremadamente sensible y delgada de piel que recubre el canal auditivo llamado canal auditivo externo”, explicó David Kasle, médico de ENT Sinus and Allergy of South Florida en diálogo con la NBC News.

Además, comentó que dicho canal está cubierto de pequeños pelos y glándulas sudoríparas. “Debido a su sensibilidad, obviamente vas a sentir la sensación de arrastrarse, una sensación de cosquilleo que es casi insoportable”, agregó.

Aterradora imagen de la araña en el oído (Twitter).

Por otro lado, los especialistas comentan que encontrar insectos al interior del oído de un paciente es algo frecuente, aunque la mayoría de las veces, si hay daño en el canal auditivo, se debe a los intentos de la persona por deshacerse del bicho y no por estos en sí, de acuerdo a lo que informó Science Alert.

Después de la consulta, los otorrinolaringólogos descubrieron que el tímpano de la mujer estaba sano y sin complicaciones. Su audición estaba perfecta y los síntomas que sufría desaparecieron después de que le extrajeran la araña, y los restos de su exoesqueleto con un tubo de succión.