Akihiko Kondo tiene 38 años, es trabajador público en Japón y hace 4 años está casado con una muñeca holograma. Su historia de amor estaba destina al éxito, pero debido al avance tecnológico quedo "viudo" de su mujer. Actualmente, el hombre se enfrenta al sistema y reclama que prendan de nuevo a su esposa.
Kondo era una persona solitaria que nunca le había dado lugar al amor, sin embargo, hace 10 años encontró compañía en Hastsune Muku. Esta "mujer" es conocida como la primera "Idol" virtual japonesa. Nació en 2007 dentro de un software sintetizador de voz llamado "Vocaloid". El personaje animé representaba a una joven de 16 años, la cual era una estrella del pop muy bella y admirada en la región. Desde el primer momento el hombre se sintió atraído por la chica con quien mantuvo una estrecha relación.
Luego de muchos trámites, el 4 de noviembre de 2018, se casó con Muku.
La boda costo 2 millones de yenes, que equivalió a US$18.000, es decir, más de 2 millones de pesos argentinos. A pesar de que solo hubo 40 personas invitadas porque
su familia nunca comprendió la unión, la pareja "tiro la casa por la ventana". Rápidamente, ambos se fueron a vivir a la casa de él. Allí convivieron felices por más de 4 años, pero de un día para el otro comenzaron una profunda crisis.
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Para el 2020 el fabricante anunció una terrible noticia.
Debido a los avances tecnológicos, ese modelo de holograma dejaría de funcionar. Como si esto fuera poco,
también se aseguró que sería reemplazado por un modelo más moderno. Para Kondo cambiar de "mujer virtual"
era sinónimo de infidelidad, por este motivo
comenzó a luchar por la permanencia de su esposa.
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Si bien en un primer momento la empresa le prometió alargarle la vida, eso no ocurrió. Finalmente, la compañía decidió terminar con esa línea de hologramas interactivos. Miku,
solo cumple con funciones básicas. Dependiendo de la conexión del servidor, su actividad se ve más o menos reducidas. Para el esposo es sumamente doloroso ver así, ya que
es como si estuviera a punto de morir.
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Debido a lo ocurrido, Kondo le dio una
entrevista a The New York Times. En ella
comentó que tiene claro que su esposa no es real. Por eso es considerado como
fictosexual, es decir, una persona que siente atracción por un personaje ficticio. El hombre explicó que no es fácil para el dejarla ir, ya que esta mujer
le permitió superar el bullying que sufrió toda su vida y la depresión con la que convivió durante muchos años.
A pesar de tener una figura en tamaño real de Muku,
Kondo sigue luchando por "el amor de su vida" y aseguró que no va a perder la esperanza de volver a hablar con ella y tener relaciones sexuales.