Restaurante cobra $1.000 el agua de la canilla y su justificación indigna al mundo
El dueño de un restaurante implementó una polémica estrategia para poder cobrar el agua de la canilla. El caso se volvió viral y provocó controversia, pero el propietario no dudó en defender su postura ante los medios de comunicación.
Los clientes no suelen ser contemplativos con los restaurante que no cumplen con las expectativas. Ya sea por un ticket excesivo, una mala atención, o la razón que sea, las personas no dudan en escracharlos en redes sociales. Tal y como ocurrió en los últimos días con un restorán que tomó una polémica decisión.
Se trata de un local gastronómico que comenzó a cobrar 4,5 euros, (unos $ 916 -al cambio oficial-) el vaso de agua de la canilla. El hecho no tardó en llegar a internet y viralizarse, pero la indignación del público aumentó cuando el propietario dio una insólita justificación.
Todo comenzó el pasado enero, cuando en España entró en vigor la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, la cual busca reducir el consumo de envases de un solo uso y en consecuencia exige a los restaurantes "ofrecer siempre a los consumidores, clientes o usuarios de sus servicios, la posibilidad de consumo de agua no envasada de manera gratuita".
Pero el dueño del restorán La Olma de Pedraza, ubicado en Segovia, Sergio Blázquez, encontró la forma de burlarse de la legislación: regala el agua, pero cobra el servicio. "Servicio de agua del grifo por persona, 4,5 euros. El agua se la regalamos", se puede leer en el menú.
"Nuestro trabajo lo tarificamos, como cualquier persona en este país, a no ser que sea una ONG... nosotros, de momento, somos una empresa. De hecho, tú vas al baño y no se tarifica el agua. El agua en el restaurante es gratis. Ahora, nosotros, como empresa de servicios, nuestro trabajo, lo cobramos", explicó Blázquez, en diálogo con medios españoles.
"Cobramos por nuestro trabajo. Cualquier persona de servicios genera un sueldo. ¿Por qué yo no puedo cobrar por mi trabajo? Si quieren agua gratis los baños, a nadie le he cobrado por lavarse las manos o porque beban en el lavabo", insistió.
Según su testimonio, aún no ha vendido un vaso de agua a ese precio y su objetivo es que es que "los clientes vayan al agua que tiene embotellada", que cuesta 2,75 euros. De hecho, agregó que si alguien necesita agua para, por ejemplo, tomar una pastilla, él le va a dar una botella y no agua de la canilla.
Quien opte por pagar este dinero tendrá acceso a “un vaso limpio, recién fregado, atendido por un camarero, y que luego se vuelva a limpiar ese vaso y se vuelva a reciclar”, presumió el empresario gastronómico en diálogo con EFE.
“En este país somos todos muy ecologistas hasta que hay que pagar el ecologismo. Entonces se quejan, claro. Pero en esto, al final tú, cuando apuestas por una cosa, tienes que ser consecuente con lo que apuestas”, afirmó.
Por lo pronto, esta "estrategia" ya le valió una denuncia de la asociación de consumidores de España y el titular de la organización no dudó en manifestar su indignación: "El dueño lo ha dicho, es evidente que los trabajadores cobran por su trabajo, los clientes pagan por todos los productos y servicios, el único que no se tiene por qué pagar es el agua de grifo o que te pongan tenedor y cuchara”.
“Puede haber más restaurantes que incumplan la normativa, pero este lo hace con bravuconería, planteando el truco de que el agua no te la cobren, pero el servicio del camarero sí”, añadió.