Todos esuchamos la historia de un tesoro escondido, una reliquia del pasado enterrada u oculta para ser descubierta años después por una persona con suerte. Normalmente, estos increíbles hallazgos viven en las películas, pero una pareja en el oeste de Francia vivió la fantasía en su propio hogar.

Francois Mion, de 63 años, compró junto a su mujer la antigua mansión cuando todavía eran tres edificios separados, y se dispuso a remodelarla para devolverle su pasada gloria. Fue durante 2019, cuando el propietario ordenó a los artesanos que había contratado unir los tres edificios, que se produjo el increíble descubrimiento.

"La caja estaba incrustada en el muro, encajada entre piedras", aseguró el dueño a la agencia de noticias AFP. Dentro de la vieja caja de metal se encontraban decenas de monedas de oro, troqueladas en Francia durante los reinados de Luis XIII (1610-1643) y Luis XVI (1645-1715). Pocos días más tarde, los trabajadores desenterraron un segundo tesoro de entre las paredes de la propiedad: una bolsa escondida encima de una viga conteniendo un segundo lote de piezas de oro.

El segundo descubrimiento elevó el total de monedas a 239. Entre las históricas reliquias se encontraron luises de oro y dobles luises de oro, piezas poco comunes aún en los museos de la nación europea. Una de dichas monedas, acuñada en 1646, tiene un valor estimado en €15.000 euros; equivalente a $17.780 dólares o $1.744.481 pesos argentinos.

¿Qué harán con la fortuna?

Las monedas encontradas en la pared de la propiedad tienen un gran valor histórico.

Los Mion, en un golpe de suerte y gracias a una tecnicidad legal, podrán conservar la pequeña fortuna que les ganará su tesoro. El caso es excepcional, ya que de acuerdo con la ley francesa, todos los descubrimientos arqueológicos automáticamente pasan a pertenecer al estado si son hallados en propiedad privada. Sin embargo, la ley fue aprobada en 2016, mientras que la pareja adquirió la propiedad (y todo adentro de ella) en 2012.

Autorizados a conservar las ganancias, la pareja procedió a poner las monedas en manos de la casa de subastas Ivoire Angers. El tesoro será rematado a fines de septiembre del corriente año, se espera que por una ganancia de entre €250.000 a €30.000 euros, monto equivalente a más de 3 millones de pesos argentinos.

Según confirmó la agencia AFP, las ganancias resultantes de la subasta serán repartidas entre los Mion y los trabajadores que encontraron las excepcionales monedas. Florian D’Oysonville, experto en antiguedades de Ivoire, informó que no se conoce el origen de las monedas o la razón de su encubrimiento, pero lo más probable es que hayan pertenecido a un rico comerciante o agricultor de la época.