¿Alguna vez te preguntaste cómo reacciona una lechuza cuando un perro se cruza en su camino?

La que contesta es Kiki, un ejemplar de apenas un año que fue adoptado por una mujer de la localidad santafesina de San Jorge y desde entonces pasó a ser un miembro más de la familia. Un allegado que pasó a saludar ingresó con un cachorro de pastor alemán y el ave puso el grito en el cielo.

La actitud de la lechuza puede responder a un instinto natural. Los mamíferos carnívoros son sus depredadores naturales. De manera principal los zorros, mapaches y armiños, abundantes en espacios silvestres, aunque estos dos últimos son difíciles de encontrar en la Argentina.
Por cierto, el encuentro entre Kiki y el perro no pasó de un susto. El cachorro dio vueltas por la cocina y enseguida se fue a otros lugares más espaciosos. La lechuza pudo respirar tranquila.