Un confuso episodio tuvo lugar a fines de diciembre en Carolina del Sur cuando agentes de policía intentaron detener a una mujer mayor de edad y ella para resistirse optó por un método poco usual: morder en la entrepierna a un trabajador de la salud.

Gina Darlene McGehee dejó a su sobrino en la comisaría luego de encontrarlo viendo "imágenes inapropiadas".

Si bien ocurrió la semana pasada, recién se dio a conocer hace pocas horas un insólito hecho en medio de una detención que acabó por incrementar los cargos de la imputada. Se trata de Gina Darlene McGehee, una mujer de 63 años quien ahora está acusada también de morder la ingle de un paramédico y tratar de deslizar la pistola Taser de un oficial durante un arresto caótico en su ciudad.

Mujer intentó librarse de las esposas con un insólito método

Paradójicamente, todo comenzó el pasado 28 de diciembre en la propia cárcel del condado de Charleston. Más temprano, McGehee se había presentado voluntariamente en el penal para dejar allí a su sobrino, luego de encontrarlo buscando “imágenes inapropiadas” en su teléfono celular.

Ante el desconcertante panorama, los ayudantes del alguacil la llamaron repetidamente para que fuese a buscar al niño. Sin embargo, ella les habría contestado: "No voy a volver allí, ahora es tu problema". Tras esta negativa, los agentes emitieron una orden de arresto contra la mujer.

Alguaciles del condado de Charleston intentaron detenerla y ella agredió a los oficiales y un paramédico  (Gentileza: Charleston Sheriff’s Office).

Gina es la tutora legal del niño, por lo que finalmente decidió que iba a regresar a la cárcel a buscarlo, sin saber que ya se había emitido la orden judicial para su detención. En cuanto los oficiales la visitaron e intentaron apresarla todo se volvió un caos.

Según el relato oficial, durante la pelea, ella supuestamente trató de agarrar la pistola Taser que tenía uno de los policías y habría gritado: "No sé lo que estoy agarrando, pero lo voy a usar".

Desquiciada intentó liberarse mordiendo a un médico

Completamente fuera de sí, los agentes lograron sujetarla e introducirla en un patrullero. Pero ella comenzó a contener la respiración para desmayarse. En ese ínterin, llamaron a un paramédico para que los ayudara, aunque no salió bien, ya que ella supuestamente se inclinó y lo mordió en la entrepierna.

Todavía no está claro si se trata de un doctor hombre o de una mujer. Lo cierto es que desde la agresión, la mujer sumó sus cargos en contra que incluyen: agresión en tercer grado, conducta ilegal hacia un niño y agredir a un oficial de policía mientras se resistía al arresto.