Un usuario de Twitter compartió el martes de esta semana en su red social una graciosa historia que se hizo viral en cuestión de horas y, sin quererlo, propició el nacimiento de una nueva “tendencia” o “desafío” virtual que es furor.

Todo empezó cuando @FacuRebollo publicó en su cuenta una serie de capturas de pantalla de una conversación por WhatsApp con su novia. El joven decidió jugarle una broma pesada y le compartió una foto de una cola “entangada” de una persona a la cual no se le veía el rostro, ya que había recortado la imagen.

Le envió una foto entangada de otra persona a su novia y generó un caos. Fuente: (Twitter @FacuRebollo)

“Amor, mirá esta cola. Yo piro, firme, me vuelvo loco”, expresó el joven internauta a su pareja, quien respondió con dos signos interrogativos, descolocada por ese mensaje. Ante la insistencia del chico, la muchacha le contesta: “¿Me estás hablando en serio?”

El chico continuó con la broma diciéndole que tenía fantasías con esa cola, que no era la de ella. La joven, sin entender con qué sentido le hablaba su pareja, preguntó quién era la portadora de aquella elogiada parte trasera. “La tenía por ahí en la galería”, fue su respuesta.

Con la rabia de los pies a la cabeza, la joven dio una contestación final y contundente a su novio: “Fa, me dejas helada. Mirá lo que haces. No me hables más”, disparó, ofendida. No obstante, por más extraño que parezca este diálogo hasta ahora, todo tiene una explicación.

Su novia se enojó y lo bloqueó de WhatsApp. Fuente (Twitter @FacuRebollo)

El joven compartió en Twitter que la foto original de la cola entangada pertenecía a una selfie de un chico, y para molestar a su novia, decidió darle celos haciéndole creer que guardaba fotos de traseros ajenos –y femeninos-. ¿Y cómo terminó la broma? Con un rotundo bloqueo de WhatsApp por parte de su chica.

Alguien le puede decir que era joda, que me desbloquee.

Luego de realizar esta publicación en Twitter, @FacuRebollo capturó más de 72 mil “likes” y recibió decenas de miles de memes y comentarios de otros internautas celebrando su sentido del humor. Otros incluso contaron que se animaron a hacerle el mismo chiste a sus novias o parejas y que tuvieron resultados muy parecidos.

Además, para compensar el mal momento que le hizo pasar a su pareja, el twittero aprovechó la masividad de su posteo para compartir y promocionar la cuenta de Instagram del emprendimiento pastelero de su novia. ¿Habrá sido toda una estrategia exitosa de marketing?