Las redes sociales se convirtieron en un espacio de catarsis, en el que muchos usuarios van en búsqueda de recomendaciones de bares o restaurantes donde podrían ir a tomar algo. Así también se utilizan para volcar las experiencias negativas vinculadas a un sitio específico.

Un hombre expuso mediante su cuenta de Twitter una horrible experiencia que le tocó vivir en medio de un almuerzo, y su historia se convirtió en viral, tras un reclamo que le realizó al mesero y una pésima reacción del empleado.

Según expresó el autor de la publicación, la persona que lo atendió en su última visita al restaurante Caffeto en la ciudad colombiana de Pasto, le escupió el vaso donde le sirvieron un jugo de mango.

Un hombre denunció que un mesero le escupió el vaso en un restaurante.

“A las 12:50 pm nos sirve nuestros jugos, al momento de tomar el primer sorbo de jugo percibo un sabor extraño y al detallar visualmente el jugo logro identificar una gran cantidad de saliva”, sostuvo. 

Al descubrir el escupitajo, inmediatamente solicitó el cambio de esa bebida por una gaseosa, sin emitir ningún comentario al respecto, hasta el momento que fue a pagar la cuenta en donde les aseguraron que no le iban a cobrar el jugo ni la propina a los meseros. 

La actitud que tomó el restaurante

En su cuenta de Twitter, el usuario Ernesto Basan, reconoció que pidió hablar con las autoridades del restaurante, quienes les mostraron las cámaras de seguridad en los que mostraron los movimientos previos al haber recibido el vaso. 

“Al comprobar que yo decía la verdad y que el señor Pupiales (el mesero) escupió en el jugo, hubo un momento de asombro y recelo por parte de Guillermo Santander y Vanesa Morillo, quienes desde ese momento se comportaron de una manera más compasiva conmigo”, destacó.

Sin embargo, cuando regresó al establecimiento para informarse sobre el procedimiento contra el empleado que lo había atendido, las autoridades del lugar lo recibieron “con una pésima actitud” y aseguraron que “no había pruebas de que haya escupido el vaso” porque “la cámara tres que debía registrar ese momento exacto, estaba dañada”.

Además, manifestaron que “no hay registros fílmicos de que haya tomado el jugo” y que el autor de la publicación “era grosero, mentiroso e indisponía al personal” con las acusaciones que hizo públicas.