Con la posibilidad de calificar a los comercios por internet, los usuarios comenzaron a tener más poder en relación al trato que les brindan los restaurantes y demás locales.

No solo eso, también pueden puntuar teniendo en cuenta la calidad de la comida, los precios o las instalaciones, también con la posibilidad de que los dueños les respondan y rebatan los comentarios.

En este caso, un joven calificó con cero a un restaurante de Ibiza por un impensado motivo. Sucedió que fue a comer al local con un grupo de diez amigos y, cuando el mesero - hijo del dueño -, les entregó la cuenta. Tras realizar la correspondiente divisón "salía a 16,45 euros por cabeza", detalla en el comentario.

Pero lo sorprendente llegó a continuación. Al momento del cobro, el mozo les dijo que les cobraría 16,50 euros, "porque al jefe no le gusta ver un cinco en los cobros y punto", contó con total indignación. “Así, tal cual”, añadió todavía, sorprendido.

El hombre estaba estupefacto por haber vivido esa situación tan poco habitual. Por supuesto, calificó al restaurante “de cero”, y aclaró: “Y porque no hay más baja puntuación".

Fueron a un bar y quedaron espantados cuando vieron el recargo que les cobraron en el ticket

Un reconocido bar de España quedó inmerso en una polémica por el insólito gasto adicional que agregaron al ticket. “No sabía que era ilegal…”, justificó el dueño del restaurante, ante las numerosas críticas que surgieron en las redes sociales con respecto a los cobros del pedido.

Todo comenzó cuando un cliente compartió el resumen que le otorgaron al finalizar su merienda y quedó impactado frente al sorpresivo recargo. Sucedió que  el hombre pidió un café con leche, otro café solo, un zumo natural pequeño y una Schweppes, por lo que le cobraron 7,23 euros. Si bien el precio no fue el inconveniente, sí el gasto extra que figuraba en la cuenta.

Allí el restaurante le adicionó 30 céntimos, que incluían el costo por dos hielos (20 céntimos) y un limón (10 céntimos). Frente a lo insólito de cobrar el hielo para el café, muchos usuarios hicieron eco de esta secuencia y pusieron en discusión la legalidad de incorporar este gasto.

Enseguida, la historia se viralizó en redes sociales y varias personas se acercaron a comprobar si era cierto. Al restaurante no le quedó más opción que disculparse por la acción, pero su respuesta fue aún más sorpresiva: “Cada cosa a mí me cuesta algo. Pongo precio normal y si alguno pide hielo, pues añadimos un precio de hielo y las personas que no quieren, pues no vamos a cobrarles con hielo”, se excusó.