La desafiante respuesta del dueño de un restaurante tras la feroz crítica de un cliente
Un cliente insatisfecho dejó una reseña en TripAdvisor. El comentario no pasó desapercibido y desató la ira del propietario del restorán. El episodio se viralizó en diferentes redes sociales.
Las críticas o recomendaciones son esenciales en rubros como la gastronomía, pues sirven de incentivos o para desalentar la visita de nuevos clientes. No obstante, hay personas que no justifican sus críticas, o al menos eso piensan a veces los propietarios de los restaurantes.
Eso es lo que le pasó al propietario de la Sidrería Casa Carmen, ubicado en Gijón (España), luego de recibir una brutal reseña en la plataforma Tripadvisor. En dicha web, el establecimiento ocupa el puesto 23 entre los 730 establecimientos registrados en dicha ciudad asturiana. Sin embargo, algunos clientes creen que la calidad del local deja mucho que desear y lo dejaron por escrito.
Tras visitar las instalaciones, un cliente escribió que la sidrería “era un sitio espectacular”, pero que “ya no es lo que era”. El usuario sostuvo que “los cachopos estaban casi quemados y la carne sabía a nevera” y añadió: “Los licores que nos servisteis eran agua y cuando lo dijimos nos trajisteis la botella, pero vimos la jugada entre el personal. ¡Tontos tampoco somos!”.
La respuesta del restaurtante se volvió viral
El comentario no pasó desapercibido y molestó tanto al propietario de la sidrería que decidió despacharse con la respuesta.
Ante este comentario, el dueño del restaurante aseguró conocer quién era el autor de la critica: “Nos ha costado un poco, pero uno de los camareros recordó que hace una semana una mesa se quejó por dos chupitos de frangelico que sabían aguados”, sostuvo.
“La jugada a la que te refieres, es que estábamos comprobando que la botella estuviera bien porque es posible que hubiera venido mal y no íbamos a servir de la misma sin comprobarla, ¿no crees? No entiendo como has podido sacar algo malo de ahí”.
Pero no quedó ahí, ya que el dueño también se refirió al sabor “a nevera” de la carne. “No sé qué decirte. Nunca he lamido una nevera (heladera). Efectivamente guardamos la carne en nevera, ya que es su sitio. Otra cosa. Si los cachopos estaban quemados, ¿por qué no lo dijiste?”, afirmó.
Por último, precisó que “no hay nada que esconder” y retó al comensal incomforme: “Cuando quieras ven y comprueba la calidad de la carne. El embotellado de las botellas. Lo que te de la gana”.