Las historias que pueden conocerse a través de las redes sociales cada día sorprenden más. Todo material se puede hacer viral en minutos dependiendo de su contenido. Generalmente, las mayores visualizaciones de fotos y videos se las llevan las mascotas con comportamientos extraños, niños haciendo algo inusual, los famosos "challenge", o muy al pesar de muchos, el hecho de que alguien agarre a otro con las manos en la masa. 

También ocurre que los escrachos a los malos servicios suelen hacerse virales. En Twitter, principal plataforma de descarga donde reina el humor negro, los memes y los GIFS, han circulado muchas fotos de tortas con hongos, comidas en mal estado, cuentas de restaurantes con frases inusuales y más escraches a restaurantes, bares y supermercados, Pero esta vez ocurrió a la inversa. Lejos de querer proteger a sus clientes, el dueño de un kiosko se cansó de que le deban dinero y bajo un cartel en la vía pública escrachó a sus deudoras. 

El hombre escribió el nombre y apellido de cada una, junto a la cifra que debe cada una. Según escribió, Claudia Cisnero debía $3500. Pero la peor parte le tocó a Soledad Díaz, que su monto de deuda sorpredió a más de un internauta. La mujer debía $13.500 y nadie pudo entender cómo es que pudo gastar tanta plata en un kiosko. 

"El que se levantó tranquilo es el kioskero", escribió la usuaria en Twitter que caminaba por la calle y casualmente se topó con el cartel, clavado en el piso y escrito con tiza. Las humoradas no tardaron en llegar y los usuarios hicieron todo tipo de comentarios. Uno de lo últimos fue: "Leyendo los comentarios y los RT citados creo que hemos desbloqueado un nuevo sistema de cobranza".

En primer lugar, no faltaron los internautas que también son dueños de almacenes y kioskos y se sintieron identificados. "Trabajo en un almacen y hay uno que me debe hace 6 meses (se habia quedado sin trabajo pero ahora si tiene) y hace poco lo fui a buscar a su casa para que me devuelva algo ($3000) y me trato pesimo y para el colmo sale su señora diciendo que deje de buscar a su marido", escribió una. 

Otros comentaron: "¿En qué momento gastas esa plata en un kiosko? Hay algunos que no saben controlar los gastos", o "Ahre con esa plata me compro un par de zapatos". Y otros, salieron en defensa de las clientas y escribieron: "En un kiosko de barrio, si te dejan anotar cosas sin pagar el gasto se te puede ir a 15 lucas fácil ¿Qué necesidad hay de escracar así a una clienta?" o "Si la mina tiene 3 hijos, deben gastar mucho en galletitas, leche y lácteos. El número tiene sentido". 

La identidad del dueño del kiosko jamás salió a la luz, así como tampoco la de las deudoras. De ellas solo se sabe la cifra que deben, que se hizo viral en Twitter. Por el momento ninguna salió a hablar al respecto. Los aledaños del lugar solo esperan ver el cartel modificado una vez que paguen sus deudas.