¡Indignante!: denuncian que su jefe los obliga a pagar el agua que toman en el trabajo
La particular situación se vivió en una empresa de Estados Unidos, donde el gerente del lugar estableció un precio de 5 dólares mensuales, para aquellos que quieran acceder al bien de forma ilimitada.
Una particular situación se vivió en una empresa estadounidense, donde uno de los gerentes del lugar impuso duras medidas en el establecimiento que generaron polémica entre los empleados, quienes decidieron subir el hecho a las redes sociales.
Una de ellas es que aquellos empleados que deseen beber agua potable en el dispensador durante la jornada de trabajo, estarán obligados a pagar por ella. No solo eso, la medida también implica tener que pagar una tarifa mensual de 5 dólares para poder acceder a agua ilimitada y entrar así en “El club del agua”.
"Hola, bebedor de agua. Si desea disfrutar de esta deliciosa agua de primavera de Polonia, comuníquese con Sandra o Michelle para inscribirse en el genial "club del agua". Esta agua no es gratis. Los miembros actualmente disfrutan de recargas ilimitadas por 5 dólares al mes", dice el cartel en el dispensador de agua.
Lo cierto, es que la nueva medida indignó a los empleados que se vieron obligados a tener que pagar para beber agua, cuando consideran que es un recurso al que deberían acceder de forma gratuita por derecho. Tanto ha sido así, que un trabajador compartió el cartel en redes sociales para mostrar su indignación.
En cuestión de días, el aviso se hizo viral, acumulando más de 73.000 reacciones: “¿Qué diablos es eso de pagar el agua? Nunca he trabajado en un lugar que no proporcione estas jarras o fuentes de agua filtrada del grifo” o “Nunca he oído hablar de clubes de agua. En cualquier lugar de trabajo en el que he estado tienen agua de la canilla perfectamente potable y casi siempre la compañía proporciona un enfriador de agua”, fueron algunos de los comentarios más populares.
Al parecer, tal y como han asegurado algunos usuarios, “el club del agua” se convirtió en una medida cada vez más habitual en algunos países con la intención de promover un consumo responsable de este recurso limitado.