Una vez más, los usuarios de las redes sociales se pusieron del lado del comensal y repudiaron la actitud de los propietarios y empleados de un espacio gastronómico, ubicado en España, específicamente en la zona de Coronación de Vitoria.

La protagonista de la historia mujer fue a comer a un restaurante de su barrio, y su particular experiencia la terminó convirtiendo en viral. 

Tanto María como sus acompañantes, decidieron pedir agua de la canilla, pero al momento de ver la cuenta final, se llevaron un enorme disgusto: les cobraron tres euros por cada vaso de agua.

El injusto recargo generó una enorme polémica en las redes, y surgieron diversas opiniones alrededor de quién tenía la razón en este caso. Lo cierto es que, el agua de la canilla debería de ser gratis en todos lados, por lo que aquel recargo estaba completamente fuera de lugar.

Desde la ignorancia respecto al tema, algunos pocos salieron a defender a los empleados, sin embargo, el Kontsumobide, Instituto Vasco de Consumo, no esquivó el tema, y a través de su cuenta oficial de Twitter, salió en defensa de María y los otros consumidores. 

 "Desde el pasado 8 de abril, bares y restaurantes tienen la obligación de ofrecer agua no envasada de forma gratuita", escribió la entidad de Defensa al Consumidor.

La entidad de Defensa al Consumidor mostró públicamente la nueva ley.

En ese sentido, desde el sitio web oficial de Kontsumobide, el Instituto se explayó aún más en el tema, y explicaron que el objetivo principal de esta medida es reducir el consumo de envases de un solo uso, para que, de esta manera, se pueda llevar a cabo un modo de consumo más responsable. 

La directora del Instituto también bancó a la mujer

Además, el Instituto Vasco de Consumo indicó que "la medida se alinea con las políticas de la Unión Europea, y con lo establecido en el Anteproyecto del Estatuto de las personas consumidoras del país vasco Euskadi".

La entidad salió a publicar en Twitter la nueva ley luego de que María haya presentado una queja al Kontsumobide, en donde aseguraba que, desde el sitio gastronómico, no quisieron devolverse su dinero, pese a que le estaban cobrando un servicio que es gratis.

Las declaraciones de la protagonista de este escándalo tomaron una gran repercusión en las redes, ya que en ellas indicó que, los responsables del restaurante en cuestión, le quisieron cobrar por “llevar el agua, lavar el vaso y reponerlo tiene un costo”, y agregó indignada: "Nos cobran tres servicios y alegan que es por darnos tres vasos de agua y traerla a la mesa”.

A raíz del revuelo que generó la viral queja de María, la directora de Kontsumobide, Laura Alzola, también salió a defender a los consumidores en el programa EITB Noticias, y siguiendo con los dichos de la entidad, indicó que, de ninguna manera los bares o restaurantes pueden cobrarle el agua del grifo a sus comensales