Una mujer se volvió viral tras denunciar el lamentable episodio que vivió su hija adolescente en una popular cadena de comida rápida. Enojada con la situación que tuvo que atravesar la joven, decidió compartir en Facebook lo sucedido y el restaurante tuvo que salir a dar explicación.

El hecho ocurrió en una sucursal de Chick-fil-A, un establecimiento especializado en pollo frito, ubicado en Charlotte, Carolina del Norte (Estados Unidos), pero gracias al poder de las redes recorrió el mundo.

De acuerdo a lo relatado y a lo que se puede ver en la imagen que compartió la mujer, la chica de 19 años fue al autoservicio del negocio y al recibir su pedido advirtió que el empleado escribió un insulto racial en su orden.

Horas más tarde, la madre publicó una foto de la orden en Facebook y se volvió viral. De inmediato fue contactada por medios locales y contó que el hecho sucedió el pasado 13 de febrero.

Según la reconstrucción que se pudo hacer, los empleados del restaurante suelen pedir un nombre para identificar el pedido de un cliente, pero en este caso, la mujer afirmó que se imprimió el insulto racial en vez del nombre real de la joven: Nyiashia.

En la imagen se puede observar con claridad que en el lugar donde va el nombre decía "niger", un término peyorativo y racista utilizado en Estados Unidos para referirse a las personas de piel negra.

"Esto realmente me está molestando, mi hija acaba de salir de Chick-fil-A en Brookshire y esto es lo que la empleada puso por su nombre y es el mes de la historia negra", escribió la mamá de la joven

El gerente de la tienda le explicó a la madre que en realidad todo se trató de una equivocación del trabajador al momento de escribir el nombre y terminó poniendo el insulto en la bolsa del pedido.

Y si bien la mujer reconoció las disculpas del gerente, aún quiere que el empleado enfrente las consecuencias de la ofensa que hizo.

Tras la viralización del caso, la empresa emitió la siguiente declaración sobre el incidente:

“Chick-fil-A, Inc. espera que los clientes de todos los restaurantes de Chick-fil-A sean tratados con honor, dignidad y respeto. El operador/propietario de Chick-fil-A Mountain Island investigó a fondo y trató de contactarse con el cliente para comprender mejor su experiencia y disculparse por la situación”, indicó el comunicado.

Y continuó: “Aunque entendemos que se trata de una falta de ortografía en el nombre del cliente, eso no niega el impacto o la experiencia que tuvieron nuestros clientes. El operador ha comenzado una capacitación adicional en su restaurante para asegurarse de que esto no vuelva a suceder. Nos disculpamos sinceramente por el daño causado por este incidente”.