Un hombre se volvió viral al contar la secuencia que vivió en un bar al que fue a “tomar algo”. Todo habría comenzado luego de que usara dos de las sillas del lugar como una “cama”, lo que desató la furia del mozo en el local. 

Las historias que rodean al mundo de la gastronomía siempre dan que hablar en las redes sociales. Ellas tienen que ver con bares, restaurantes, mozos, comensales y tickets: al tener a los internautas como protagonistas, no tardan en volverse virales. 

En esta oportunidad, la secuencia del día de la fecha fue difundida por la cuenta “SoyCamarero”, en Twitter, la cual se encarga de compartir todo tipo de historias relacionadas al ámbito en cuestión. 

“¿Ser limpio ahora significa ser flojo?”, fue lo que atinó a decir sobre el descargo de un usuario en una de las típicas páginas donde se ponen comentarios y reseñas sobre los lugares que los clientes han visitado. 

El internauta en cuestión relató, furioso, la secuencia que vivió en un bar, al que puntuó con 1 de 5 estrellas. “Penoso, pero aún más patético el camarero que te atiende, porque apoyé la pierna en la silla que tenía vacía en la mesa me dijo que por favor la quitara como si fuera una silla de tela, y son de plástico”, arrancó. 

“Lo único que le pasa es que si se le ensucia no quiere limpiarlas. Tenía pinta de modernito, será un modernito flojo”, continuó el hombre en su enunciado, donde se mostró realmente enojado.

Y concluyó: “Pero lo mejor vino al final cuando me estoy acabando el cubata y nos trae a mi pareja y a mi posavasos para el cubata, por lo que se ve tienen que ser tan flojos en este pub que no quieren limpiar ni las mesas ni las sillas”. 

El tuit que se volvió viral.

El tuit no tardó en volverse viral, a tal punto que logró superar las 180 mil reproducciones. En cuestión de horas, ya lleva cosechados más de 160 retuits y poco más de 1900 “me gusta”. 

Twitter: los comentarios de los usuarios tras el tuit viral

Los usuarios llenaron el posteo de comentarios. Si bien unos pocos se posaron del lado del mozo, a la gran mayoría le quedó claro que la gran culpa de todo lo sucedido fue del cliente en cuestión. 

“Pues para otra vez te tomas el cubata en tu casa y pones los pies y los enormes huevos que tienes encima de la mesa si te apetece”, “¿De dónde salen estos personajes? Les falta mucha educación y les sobra mucha soberbia”, “Vamos a ver, no es cuestión de limpieza, las sillas son para sentarse y no se ponen en ellas las piernas ni pies, es cuestión de educación, y hay que decírselo al cliente modernito, ya que no se lo enseñaron sus padres. Educación, algo que hoy escasea”, fueron algunos de ellos.