El estafador de restaurantes volvió a atacar tras salir de prisión
Antonio Miguel Grimal Marco ya fue denunciado más de 10 veces en marzo por negarse a pagar por lo consumido. Días después de recuperar la libertad, encontró una nueva víctima.
Hay quienes tras pasar un tiempo en prisión se mantienen alejados del delito. Pero son muchos los que reinciden. Un claro ejemplo de esto Antonio Miguel Grimal Marco, más conocido como el "estafador de restaurantes", que el pasado domingo, luego de pasar un tiempo detenido, volvió a "atacar" a un establecimiento gastronómico.
El hecho ocurrió en un local, ubicado en el centro de Zaragoza (España), alrededor de las 17 cuando la policía local se lo llevó detenido por negarse a pagar un ticket de 47.50 euros
Al parecer que un juez lo haya enviado a prisión el pasado 13 de marzo, cuando ya acumulaba nueve detenciones por irse sin abonar la factura de diferentes restaurantes, no le sirvió para aprender la lección.
El lugar elegido para comer sin abonar fue una hamburguesería, llamada Goiko. La joven moza del sitio, Marianela Peña, todavía no sale de su asombro ante lo ocurrido. Según relató, el peculiar "cliente" llegó cerca de las cuatro de la tarde, ocupó una mesa junto a un extremo de la barra y pidió una Kevin Bacon (la hamburguesa 'best seller' del local, de 12,9 euros) con patatas finas, una ensalada César (11,9 euros) y teques (palitos rellenos de queso, 8,9 euros).
"De beber pidió tinto de verano, me sorprendió que de los tamaños que le dije que había, eligiera la jarra más grande para él solo", contó Marianela, en diálogo con Heraldo. Además, pidió un café con whisky y helado.
Luego de comer, empezó a pedir cigarrillo. los otros clientes de muy malos modos. "Entonces sospeché que quería salir a fumar y no iba a volver a pagar, así que aunque un compañero tenía un paquete, le pedí que no le diera", afirmó la empleada del lugar.
Fue así que llegó el momento de la verdad, tenía que pagar la cuenta: "Dijo que se había dejado en casa el chaleco donde llevaba la cartera (billetera) y el móvil. Me quedé en shock, es la primera vez que me ha pasado algo así, ¡y él estaba tan tranquilo!", exclamó la camarera.
"Así que llamé al jefe y me dijo que avisara a la Policía. Cuando llegaron los agentes, les dijo: sé que vosotros ya me conocéis, yo a vosotros no". Esa era la enésima denuncia que recibió en marzo por no querer pagar la consumición.