Una historia de desamor se hizo furor en las redes y armó “flor de quilombo” sobre el tema del amor y el dinero entre los usuarios argentinos. El protagonista del cuento, un joven de La Rioja, contó los detalles tristones de su relación con su ex y dejó a todos con la boca abierta por el insólito motivo de la separación: unos simples sándwiches de mortadela.

Según lo que escribió en sus redes, conoció a la chica cuando los dos estaban festejando la Navidad en un boliche de La Rioja. Pegaron onda y fue flechazo al corazón; después de eso, se siguieron viendo varios días más.

Con el tiempo, él se re copó con la mina, pensando que la cosa ya daba para algo más serio. La relación tomó otra dimensión y él le propuso presentarla a sus "viejos". La joven aceptó la invitación, pero la juntada nunca se concretó: la riojana cortó todo antes de dar el paso, con un argumento que hizo explotar las redes.

El amor por debajo de la diferencia social

"Me gustaría que por medio de esta publicación sepan que cuando conozcan a alguien les vayan de frente, diciendo la vida que tienen, que nos les pase como a mí que me dejaron por ser pobre", relató el joven enamorado en sus redes sociales, donde acudió para compartir su historia sin saber que el relato resonaría con miles de usuarios.

El usuario riojano compartió su historia como una lección de vida en las redes sociales.

Con una foto de la comida como prueba, contó que él mismo armó todo el menú para ella, como un gesto especial en su primer encuentro con la familia. Así que se compró pan, fiambre (incluida la famosa mortadela) y dos botellas de gaseosa grandes, y se mandó unos altos sándwiches. El protagonista admitió que era un menú “tranqui”, porque casi toda la plata se le va en estudiar.

Lejos de valorar el gesto, la chica miró la comida con cara de asco y lo dejó de una. “Capaz, si yo le hubiera contado que soy un simple cortador de pasto, ni se fijaba en mí y yo no me colgaba con ella. Seguro ella va a ver esta publicación, así que no voy a dar nombres”, cerró, y desató una catarata de comentarios de gente indignada.