Muchas veces, las redes sociales son una herramienta útil para realizar reclamos que por otras vías probablemente no conduzcan a nada. La masividad que poseen hacen que sean visibles para millones de personas en solo unos pocos minutos y que quizás lleguen a la vista de la persona correcta.

Pero hay otros casos en los que son utilizadas para difamar y todo se va de las manos: los llamados ‘haters’ u odiadores de las redes sociales, están a la orden del día para señalar sin pruebas y así menoscabar la reputación de alguien, a veces con razón, otras veces sin ninguna.

Esto mismo ocurre desde que el navegador Google permite que los clientes califiquen a los comercios en su buscador, con un parámetro de cinco estrellas y la posibilidad de dejar un comentario. Si bien es totalmente democrático, no se puede pasar por alto que la subjetividad muchas veces deja mal parada a alguna de las partes injustamente.

Una situación similar compartió la cuenta de @soycamarero en Twitter, con una captura de pantalla del comentario que dejó un cliente “indignado” a un restaurante, y la fulminante respuesta de su dueño. El post fue titulado: “Lo que hay que aguantar”.

En el comentario, el cliente comienza explicando las razones de por qué le dio “una estrella” al local de comidas: “Hacía tanto calor que me quité la camisa por la calle y, al entrar al local, se me olvidó ponérmela”, comenzó su relato, y continuó: “El camarero, con un tono despectivo, me echó del local amenazándome con llamar a la policía”.

En otro pasaje del mensaje, siguió: “Al recibir semejante trato quisimos pedir la hoja de reclamaciones, y se negó rotundamente. Cabe destacar que soy latino, qué coincidencia”, concluyó el joven.

La respuesta del comercio no demoró en llegar: “Sé que está de moda usar estos métodos para hacer daño y desprestigiar a alguien (...) pero no lo voy a permitir”, arrancó el propietario del restaurante. Y comenzó su descargo: “Le comunico que el camarero también es latino y veo absurdo lo que quiere dar a entender”.

En ese momento, comenzó a relatar su visión sobre los hechos, algo que no coincidía con el del joven: “Usted y sus amigos llegan en estado de embriaguez, usted sin camiseta y David - el camarero - le comunica que se la ponga. Usted se niega y le pide la hora de reclamos”, escribió.

Posteriormente, contó que fue un cliente quien llamó a la policía y el mozo le dijo que le daría la hoja de reclamo cuando los efectivos llegasen al lugar. Fue en ese momento que el grupo de amigos se habría ido del local:  “Por cierto, los clientes los han visto orinar los contendedores y haciéndoles gestos obscenos” continuó, y remató: “Por favor, no vuelvan por acá y dejen a la gente trabajar y ganarse el pan. Un saludo”.

Casi instantáneamente, los usuarios empezaron a comentar la publicación denostando la actitud del muchacho descamisado: “La sociedad dejó de ser civilizada hace un par de décadas. Hoy todo el mundo hace lo que se le viene en ganas y si se les haces notar que no va, se ofenden. Ésta última generación pareciera que fueron criados por chimpancés”, escribió un usuario.

En la misma línea, otro internauta opinó: “Siempre hay dos versiones. En esta parece que el camarero actuó muy bien y para mí que este cliente en vez de ir a un restaurante debería ir a un corral a comer”.

Y continuaron: “Siempre hay alguien mal educado con los camareros, afortunadamente  no todos los clientes son así”. “Eso son las redes sociales… para bien y para mal. Lamentable el comentario del “supuesto” cliente que no llegó ni a pisar el local. Triste que se tenga que ir detrás dando explicaciones sobre las mentiras de la gente”.