Una joven de nombre Mallory, oriunda del Reino Unido, fue noticia en las redes sociales por un bizarro motivo derivado de un simple acto: compró un sillón por internet.

La chica tenía muchas ganas de seguir amueblando y decorando su casa por lo que adquirió varios objetos para tal fin. Entre todo eso, quiso comprar un sillón para darle más confort y estética a su living, por lo que se puso a inspeccionar lo que internet tenía para ofrecerle.

De esa manera llegó a través de la tienda de Facebook a un objeto que la fascinó de entrada: un gran sillón color beige, en forma circular, con capacidad para que por lo menos cuatro personas estén cómodas y completamente extendidas.

Después de ver el valor no lo dudó: compró el peculiar sillón a una suma de 600 euros, es decir, más de 73 mil pesos argentinos. Feliz con su nueva adquisición, Mallory decidió compartirlo con sus seguidores de TikTok, momento en que ellos la hicieron percibir algo que no había tenido en cuenta.

Según varios integrantes de la comunidad tiktokera, se trataba de un sillón comúnmente utilizado para prácticas sexuales swingers - o intercambio de parejas -. Inmediatamente, los usuarios y usuarias comenzaron a comentar el post dando su parecer.

“Que alguien explique qué es un sofá swinger porque espero que no sea lo que pienso”. “Los swingers realmente tienen el mejor gusto en muebles”. “¡Los vi en un club de swingers y definitivamente te puedo asegurar que no estaban vestidos!”, comentaron algunos usuarios.

Además, muchos se mostraron preocupados por la higiene: “¿Puedo decir que definitivamente vi este sillón antes? Te ruego que lo limpies”. “Por suerte es de cuero y lo podés limpiar”, escribieron.

Y una usuaria remató: “Paraa.. la familia de mi ex tenía uno así en el sótano”. De todas formas, se ve que a la joven británica no le importaron las opiniones y decidió conservar el sofá. En su perfil de TikTok puede vérsela saltando sobre él felizmente con sus dos perros.

Mallory adquirió el sillón en la tienda digital de Facebook.

Compró "adorno" en venta de segunda mano y resultó ser un tesoro invaluable

Laura Young es una coleccionista oriunda del estado norteamericano de Texas y encontró un costoso busto del imperio romano en una tienda de segunda mano y decidió conservarlo, pagando por él 34.99 dólares o alrededor de 4 mil pesos argentinos.

Después de investigar lo suficiente, finalmente el consultor de la casa de subastas Sotheby’s descubrió el lugar de procedencia del busto y se develó el personaje a quien pertenecía: el comandante romano Druso Germánico. De esa manera, llegó a la conclusión de que era una pieza auténtica que databa de entre los siglos I a.C y I d.C, más de dos mil años de antigüedad.

Investigaciones posteriores revelaron que el origen del busto se remonta a Alemania, específicamente a una réplica idealizada de una villa romana en Bavaria que exhibía artefactos originales junto a réplicas. 

La obra habría pertenecido al rey Ludwig I de Baviera y robada a los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Luego, se cree que un soldado estadounidense transportó la estatua a Estados Unidos.