A principio de semana, dos familias se reunieron en un bar a cenar. Comieron de todo y tomaron mucho alcohol. Sin embargo, cuando llego la cuenta se hicieron los desentendidos y se marcharon sin pagar y, para colmo, dejaron un grandísimo desorden en el local. La indignación del propietario se hizo viral en las redes

Hoy salir a comer es considerado como un gustito que uno se puede dar de vez en cuando en una ocasión especial. Debido al alto presupuesto que supone ir a comer a fuera, muchas familias se ven privadas de esto y buscan otras maneras de festejar. Aunque también existen quienes deciden disfrutar de las comidas de restaurante a pesar de todo. 

En este restaurante pasaron los hechos. 

El martes por la noche, dos familias decidieron ir a cenar a White Horse Inn, un bar en East Retford, una ciudad comercial en el distrito de Bassetlaw en Nottinghamshire, Inglaterra. Según informo el propietario del local de bebidas y comidas, a las 7:30 de la tarde local llego al establecimiento dos matrimonios con sus hijos. Hasta ese momento, todo parecía normal y los empleados no dudaron en las verdaderas intenciones de los comensales. 

Luego de ver el menú del establecimiento, ordenaron platos exóticos y muy caros. Entre los pedidos se encontraban 4  filetes tomahawk, distintos cócteles y hasta una botella de vodka sumamente costosa. Luego de cenar, el ambiente se tornó un poco extraño. Los mozos del lugar, denunciaron que los adultos de este grupo los estaban intimidando y amenazando en herirlos

De un momento a otro, todos los miembros de la mesa desaparecieron sin pagar y dejando un inmenso desorden en el local. "Como si hubieran tirado una bomba", aseguró el dueño del restaurante que no dudo en contar lo sucedido a través de las redes sociales del bar.  

Se comunicó que tuvieron un modo operandi muy común en el mundo. Uno de ellos distrajo a los miembros del personal y así tapar la puerta de salida. El hombre se acercó a la barra, pidió otro trago y luego se fue como si nada hubiera pasado. Se cree que las familias abandonaron la zona en una camioneta blanca y un automóvil negro.

Así quedo el bar luego de que estas familias se fuera. 

El costo total de la cena fue de 330 euros, es decir, $39.201,71 argentinos. Para el establecimiento de comidas significó una enorme perdida que tardarán en recuperar, ya que el propietario del local informó que todavía no pudieron obtener lo que se extravió durante la pandemia del Covid-19. 

El dueño también destacó, que los precios de los alimentos que consumieron son muy altos. "Vamos a tratar de absorber todo eso, y vamos a tratar de luchar contra todo eso", aseguró el hombre.  

El bienestar de los empleados ahora está comprometido. El gerente del local, que estuvo esa noche, se echó la culpa por lo sucedido, mientras que los demás empleados quedaron angustiados y temerosos por la actitud intimidatoria de los comensales.