Pese a lo establecida que está la consigna "el cliente siempre tiene la razón", algunos restaurantes parecen no estar dispuestos a soportar los maltratos de los clientes. Ese es el caso de un chef que fue alabado por las redes sociales tras defender a una de las mozas de su establecimiento.

Su nombre es Lee Skeet, es el dueño de Cora, un restorán ubicado en Cardiff (Gales) y se volvió viral en redes sociales tras publicar unas capturas de pantalla del correo que le envió a unos clientes para avisarles que tenían prohibido el acceso a su local por haber tratado mal a una de sus empleadas.

"No estoy buscando likes. Solo creo que deberíamos empezar a denunciar a las personas ricas que creen que pueden tratar a las personas como basura", escribió en sus cuentas de Twitter e Instagram junto a las capturas del mail.

En el mensaje se puede leer que el chef les explicó que aunque habían sido los clientes que más habían consumido en la historia de su restaurante, no quería volverlos a ver ahí por maltratar a su empleada. Además, les pidió sus datos bancarios para devolverles las mil libras ($143.360) que pagaron en el lugar.

Quiero agradecerles por venir a mi restaurante hoy y entiendo que son la mesa que más ha consumido en nuestra historia (...) Pero Lily, quien tiene 22 años, me contó que los miembros de su grupo la insultaron, le faltaron el respeto y la tocaron sin querer (...) Les agradecería que no vuelvan nunca a mi restaurante. Lily vale mucho más para mí que su dinero”, les escribió en el correo.

Sin embargo, un rato después cambió de parecer y no les devolvió el dinero: decidió transferir ese dinero a la mesera, ya que no le habían dejado propina.

Tras la viralización de la historia, la mesera, identificada como Lily Griffith, habló con el medio Wales Online y contó detalles del maltrato que recibió: la humillaron por su puesto de trabajo y la menospreciaron por tener un salario bajo. Por ejemplo, le hicieron comentarios como que tendría que trabajar siete noches a la semana para ganar un salario digno y luego uno de ellos la agarró agresivamente del brazo.

Luego, se dio a conocer que los clientes pertenecían a una reconocida firma de abogados y la compañía inició una investigación sobre el comportamiento que tuvieron sus empleados en el restaurante.