Las flatulencias o gases intestinales son un proceso normal de la digestión, aunque incomodan en diferentes formas. Por un lado, su retención y acumulación en el organismo puede provocar dolores abdominales insoportables. Por otro, expulsarlos requiere una trabajosa estrategia y aspectos a tener en cuenta: cuándo, dónde y cómo soltarlos, si hay gente alrededor, la sonoridad y, en especial, el nivel de pestilencia. Toda una ciencia...

La historia que Daniela Pedroza (@danifpedroza) compartió en un video de TikTok es un claro ejemplo de cómo la vergüenza por expulsar un gas en público y la retención de las flatulencias pueden atentar contra la salud de una persona, a tal punto de enviarla al hospital y correr riesgo de muerte.

"Story time de cómo, por culpa de una flatulencia, de un p-e-d-o, terminé en el hospital", arranca explicando la joven. "Así que amigos, si en la próxima se les atora uno, se los digo de verdad... échenselo, échenselo porque pueden terminar muertos", recomendó (y advirtió) para dar inicio a su experiencia.

Daniela contó que estaba en una reunión de la fraternidad de su universidad cuando, de repente, empezó a sentir un dolor tan intenso que no la dejaba ni siquiera moverse. "Sentía que me iba a explotar el cuerpo", recordó. La "tortura" era tan fuerte que se desmayó y tuvo que ser hospitalizada.

Una vez allí, pensó que se trataba de algo grave y que su salud estaba en riesgo. El médico ordenó un examen con ultrasonido y, al ver el resultado, le dio un cariñoso y simple consejo a la joven. "Mija, tíratelo, tíratelo", le sugirió. La chica, algo confundida, le preguntó a qué se refería, a lo que el doctor respondió: "Eso que ves ahí, como esas burbujas... traes una flatulencia atorada".

Según recordó la joven, el médico le explicó que todo ese gas contenido estaba presionando el apéndice, causando ese dolor intenso, y que podría haberle provocado una peritonitis mortal. "Ahí aprendí que es mejor perder un amigo que una tripa", concluyó Daniela, haciendo referencia a que, la próxima, si se le viene un gas en público, no dudará en expulsarlo sin importar el qué dirán.

El video tuvo enorme repercusión y provocó no solo que los usuarios hicieran bromas al respecto sino que compartieran sus experiencias, algunas trágicas.

Viri contó: "A mi hermano casi lo pasaban a quirófano. Mi papá no los dejó, lo puso a saltar y... pummm: sano y lo dieron de alta". Nathalia, por su parte, recordó: "Me sucedió lo mismo, dolor horrible, parecía contracción de parto". Gladys señaló que a ella la iban a operar de apéndice "porque veían algo borroso": al final le dijeron que era aire, pero ya tenía el catéter puesto.

Andrea también contó su experiencia: "Da mucha risa, lo sé, pero es real. Yo también sentía reventar, me lo aguanté y terminé en el hospital. Todo por no querer matar a mi familia con el olor". En la misma sintonía se expresó Susana: "Así me pasó, igual. Llegué a parar al hospital porque me dolía mucho la panza y el doctor me dijo que era un pedo atorado lo que tenía".

Anahí rememoró que su abuela siempre contaba algo igual, "pero a ella ya la tenían en la plancha para operarla cuando se echó el pedo y se le quitó el dolor". Ale recordó lo que le pasó al hijo: "Llegué a urgencias con él con dolor en el pecho, pensaron que era un paro cardíaco... y era un gas. Fue el pedo más caro del mundo".

Otros usuarios compartieron anécdotas trágicas. "Yo no creía, pero supe de un un chico falleció", señaló Fernanda. "Una vez vi una noticia de un chico que murió porque se aguanto cuando estaba con su chica", apuntó Janet. "Mi tía era secretaria, se guardaba siempre los pedos y no resistió. Se murió. Se nos fue. Por eso yo me los echo con libertad", contó Angélica.

Y claro, no podían faltar aquellos que bromearan al respecto. Rocío recurrió a una famosa película animada para dejar una lección: "Como dice Shrek: mejor afuera que adentro". Mich compartió las sabias palabras de su progenitora: "Como dice mi mamá: mejor un pedo acompañado que un dolor a solas".

Flatulencias: causas, síntomas y cómo evitarlas

Las flatulencias o gases intestinales son un proceso habitual de la digestión que, en ocasiones, puede terminar en una acumulación que resulta molesta y dolorosa. Pueden provenir de la ingesta de alimentos (y junto con ella, la deglución de aire), de la difusión de gases desde la sangre, del gas liberado en las reacciones químicas de la digestión o de la flora intestinal.

Algunas causas de las flatulencias pueden ser otros problemas del tracto digestivo (dispepsia funcional, síndrome de intestino irritable, intolerancia a la lactosa o la fructosa, enfermedad celíaca o por reflujo gastroesofágico, entre otras), la ingesta no percibida de más gas (masticar chicle, tomar bebidas gaseosas, fumar), un síntoma secundario a una patología psicológica (trastornos de ansiedad, de conducta alimentaria) y consumo de medicamentos (como los antibióticos que afectan a la flora intestinal).

Los síntomas más frecuentes de los gases intestinales son distensión o hinchazón del abdomen, sensación de plenitud (de sentirse llenos) y dolor abdominal que se suele aliviar con la defecación o la expulsión de las flatulencias. Se recomienda asistir a un especialista si se producen molestias en la zona abdominal en personas de 65 años o más; cuando son frecuentes y no desaparecen; si hay pérdida de peso significativa, vómitos, dolor al tragar alimentos o surgen de forma intensa en el estómago; si el color de las heces cambia a negro; en el caso de que se presente un bulto en el abdomen y no desaparezca en 24 horas; y si el paciente recibe algún tratamiento farmacológico que le provocan las molestias.

¿Cómo prevenir los gases o flatulencias? Se recomienda modificar algunos aspectos y hábitos en la alimentación, como comer despacio y masticar bien los alimentos; realizar cinco comidas al día y realizarlas en no menos de 20 minutos; evitar el consumo de bebidas gaseosas y alcohólicas; no fumar ni mascar chicle; reducir la ingesta de alimentos que más flatulencias producen; evitar el exceso de fibra; realizar ejericicio.

Alimentos que producen gases intestinales

Los alimentos que más flatulencias producen son: legumbres como porotos, garbanzos, lentejas y chauchas; verduras como coliflor, repollo, repollitos de Bruselas, alcaucil, espárragos, pepino, ajíes, lechuga, acelga y espinaca; hortalizas como papas, batata, cebollas, remolacha y rabanitos; frutas como uvas, ciruela, banana y ananá; cereales integrales como arroz y harinas; chocolate, bebidas gaseosas y alcohólicas (cerveza y vino tinto).

Hay otros alimentos que si bien no generan tantos gases como los arriba mencionados, sí conviene reducirlos o moderarlos si se tiene la oportunidad: leche, yogurt y quesos frescos; azúcar; pastas; pera, duraznos, kiwi, manzana, melón y sandía poco maduros y con cáscara; tomate, zanahoria y apio.